En esta segunda ronda de negociación, que se prolongará hasta el viernes, participan 280 delegados y representantes de la sociedad civil de seis países centroamericanos -Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, éste último como observador- según han informado a Efe fuentes diplomáticas costarricenses que ejercen como portavoces del grupo.
Después de una primera ronda de lanzamiento, que se celebró en San José de Costa Rica del 22 al 26 de octubre pasados, y en la que simplemente quedó fijada la estructura de la negociación, el encuentro de Bruselas pretende ser «sustantivo».
Además, debería permitir avanzar al menos en dos de los tres pilares de que consta el Acuerdo, a saber, el fortalecimiento del diálogo político y la cooperación para el desarrollo.
En ambos frentes la Comisión de la UE ha presentado ya sus propuestas, que abarcan desde la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado al fortalecimiento de la democracia, el funcionamiento de la Justicia o la protección de los derechos de los indígenas y de las mujeres, según recordaron la semana pasada portavoces del Ejecutivo comunitario.
Aunque la concordancia de objetivos en el terreno político es muy amplia, la redacción de este primer capítulo no está exenta de escollos, como el que plantea la mención que Europa quiere hacer en él a la Corte Penal Internacional. No todos los países centroamericanos (El Salvador) reconoce a esta instancia creada para juzgar los crímenes contra la humanidad.
Con todo, el apartado más complejo y problemático del Acuerdo es el encaminado al establecimiento de una zona de libre comercio.
Fuentes europeas han descartado que los participantes empiecen esta semana a discutir sobre aranceles y consideran que las ofertas en este tercer pilar no serán presentadas hasta el 15 de marzo.
La Comisión Europea se declara dispuesta a liberalizar «casi todo» el comercio, el 90% de los flujos, de manera recíproca, pero todavía no ha indicado hasta dónde podría abrir su mercado agrícola, clave para las exportaciones del istmo.
También se prevén dificultades en relación con la petición centroamericana de salvaguardas comerciales.
La posibilidad de aplicarlas, con el fin de protegerse frente a aumentos desproporcionados de las exportaciones europeas, sólo sería aceptable para los europeos «dentro de las reglas de la Organización Mundial de Comercio», insisten en Bruselas.
Además de la ronda que hoy ha comenzado están previstas, en principio, cuatro rondas técnicas más este año: el 14 de abril en El Salvador; el 14 de julio en Bruselas; el primero de octubre en Guatemala; y en diciembre, de nuevo, en Bruselas.
Según el jefe de la delegación costarricense y portavoz del grupo centroamericano, el embajador Roberto Echandi-Gurdián, este programa de reuniones puede ser suficiente «para llevar la negociación a un punto de madurez que nos permita concluir en el primer semestre de 2009».
Pero la Comisión Europea, que negocia en nombre de los veintisiete estados de la UE y es consciente de las dificultades de toda negociación «asimétrica», no se muestra tan convencida de que pueda respetarse el plazo.
No obstante, la comisaria europea de Relaciones exteriores, Benita Ferrero-Waldner, ha considerado que este encuentro de Bruselas «es esencial, pues estamos entrando ahora en la materia principal del futuro Acuerdo de Asociación».
«Este acuerdo constituirá la base para una alianza sólida entre la UE y Centroamérica y nos convertirá en socios políticos para defender conjuntamente nuestros intereses en escenarios multilaterales y reforzar nuestros lazos económicos», ha afirmado en un mensaje previo a la reunión.