«Como todos los iraquíes deseo la partida de las tropas invasoras de nuestro sagrado territorio, por lo que espero que lo que sucedió ayer, martes, sea una retirada verdadera y no sólo algo aparente», subrayó Al Sadr en un comunicado, difundido en Bagdad.
En ese sentido, destacó que «si el repliegue es verdadero, supone una condecoración de honor y un capítulo brillante en la historia de la noble resistencia iraquí, que aún lleva a cabo todo para liberar a Irak y a su pueblo».
Asimismo, el clérigo afirmó que si la retirada militar estadounidense de los centros urbanos ha sido sólo una medida aparente, el Gobierno deberá cumplir las fechas y compromisos que prometió al pueblo iraquí para poner fin a la presencia extranjera en Irak.
Al Sadr apuntó que la permanencia de algunas fuerzas estadounidenses, no pertenecientes a unidades de combate, en las ciudades revela la falta de seriedad del Ejecutivo iraquí y del Ejército de EEUU en cumplir con el calendario de retirada.
Además, advirtió de que el incumplimiento por parte de las autoridades de esas promesas supondrá «una alta traición» a los iraquíes.
Según él, para que el repliegue sea «total y útil, la retirada debe incluir a todas las fuerzas de ocupación: ejércitos, servicios secretos, milicias y compañías de seguridad».
«Nosotros no deseamos la intromisión de las tropas de ocupación en los asuntos políticos, sociales y económicos de Irak», indicó Al Sadr, cabecilla de la milicia «Ejército del Mahdi» y uno de los más enconados detractores de la presencia de las tropas de EEUU en Irak.
Ayer, expiró el plazo para el repliegue del Ejército de EEUU de los centros urbanos iraquíes, en virtud del acuerdo de seguridad firmado entre Washington y Bagdad en diciembre pasado, que también establece que debe retirarse totalmente del territorio iraquí antes del 2012.
