Por ahora se han localizado 30 cuerpos sin vida y rescatado a 42 supervivientes, así que otras 18 personas perdieron la vida en el accidente.
A pesar de la magnitud de la tragedia, Gillard insistió en que Australia no cambiará el proceso que sigue cuando recibe inmigrantes en busca de refugio político.
«El modelo de negocio del tráfico ilegal de personas continuará en tanto que la gente crea que si pagan y arriesgan su vida en el mar, sus peticiones serán procesadas y tratadas de forma distinta que si se quedaran donde están», subrayó la jefa del Ejecutivo australiano.
Todos los años, cientos de irregulares llegan por mar a Australia en busca de un futuro mejor, muchos de ellos procedentes de zonas en conflicto Afganistán, Irak o Sri Lanka.
Si son interceptados, la política oficial australiana les niega la entrada para que no puedan pedir asilo y los reubican en terceros países o en Christmas.