En las dos comunidades residen al menos 276 familias, las que resultaron afectadas por los deslizamientos de tierra y roca que se agravaron desde el pasado 20 de octubre.
Los deslizamientos no dañaron directamente las viviendas, pero destruyeron sus medios de subsistencia como cultivos, sistemas de micro riego y red de agua de uso doméstico, dijo la COPECO en un comunicado.
El organismo de defensa civil refirió que un informe técnico señala que la falla localizada específicamente en el cerro conocido como “El Hoyo de la Sierpe”, es de tipo rotacional, que genera como promedio, deslizamientos de roca cada 5 minutos, por lo que se considera “altamente activo”.
El riesgo se agrava debido a que se trata de roca con elevada fracturación, cuyo deslizamiento lo generó la deforestación excesiva de la ladera y las abundantes lluvias caídas en la zona durante esta temporada, explicaron en el comunicado.
Luego de registrarse el mayor alud de lodo y piedras, que se detuvo a unos 100 metros de las viviendas en “El Chaparral”, COPECO y la alcaldía municipal de Curarén, habilitaron dos albergues: el centro comunitario de El Chaparral para 37 familias y la escuela José Trinidad Reyes para otras 37 familias.
Las autoridades municipales asumieron la responsabilidad de suministrar alimentos básicos: maíz y frijoles, así como colchonetas y agua provenientes de la organización Childfund.
Por su parte, COPECO distribuyó alimentos calientes, botellones, leche fluida, pastillas purificadoras de agua, frazadas, kit de higiene y de cocina, ropa variada, juguetes, libros para colorear, baldes entre otros.