Desde este sábado el gobernante se ha mantenido monitoreado los daños que han causado las lluvias especialmente en la capital hondureña donde realizó supervisiones junto al alcalde Ricardo Álvarez.
La capital del país es una de las zonas más frágiles de Honduras ya que toda su extensión está cruzada por fallas geológicas que mantienen en riesgo a por lo menos 300 mil habitantes.
Una gran cantidad de barrios y colonias de la primer ciudad de Honduras han sufrido daños y las evacuaciones de los pobladores que viven en las orillas de los ríos han constituido una de las primeras acciones del alcalde Álvarez.
En tanto los daños en carreteras, puentes, escuelas y otras instalaciones del interior del país especialmente en el occidente y sur del país siguen reportándose a medida que las lluvias continúan.