Representantes de los 186 países miembros del BM están hoy reunidos en la capital estadounidense con motivo de la Asamblea anual conjunta de esta institución y del FMI este fin de semana.
Del capital pagado de 5.100 millones de dólares, un total de 1.600 millones es lo que el organismo define como «capital selectivo», relacionado con el trasvase de poder, ya que los países que reciben más peso tendrán que hacer también una aportación extra.
El Banco Mundial no ampliaba su capital desde hacía más de 20 años.
Los países en desarrollo han estado solicitando desde hace tiempo una reforma en la estructura de poder del FMI y el BM que ofrezca un mejor reflejo del peso actual de las economías emergentes.
De hecho, el G-24, que agrupa a países en desarrollo, pidió esta semana que la reforma en el Banco Mundial les otorgase un 50 por ciento del poder de voto en el seno de la institución.
«Esperamos que para 2015 tengamos la paridad», dijo en una rueda de prensa esta semana el representante de Brasil en la reunión, Rogério Studart.
El Grupo de los 20 (G-20), que agrupa a los principales países desarrollados y en desarrollo, solicitó en septiembre pasado durante una reunión de jefes de Estado en la ciudad estadounidense de Pittsburgh que los países ricos transfiriesen al menos un 3 por ciento a las naciones en desarrollo en el Banco Mundial.
En el FMI ese trasvase debería de ser del al menos cinco puntos porcentuales.