El portavoz del opositor Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y concejal de Managua, Leonel Teller, dijo a periodistas que los sandinistas usan de «manera abusiva el transporte colectivo», lo que deja a un sector de los nicaragüenses sin ese servicio.
Según Teller, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) «pasa por encima, de manera dictatorial, del Instituto Regulador de Transporte del Municipio de Managua (IRTRAMMA), el cual está supeditado a la autoridad de la Alcaldía de Managua y es la entidad encargada de regular el transporte colectivo y selectivo».
Teller señaló a las autoridades de Managua y al IRTRAMMA de ser «participes y cómplices de los abusos» del mandatario, por ser, a su juicio, «totalmente sumisos al Gobierno Central».
En los últimos tres sábados, el presidente Ortega, que aspira a una reelección cuya legalidad es cuestionada, ha presentado su plan de Gobierno en el interior del país para lo cual ha movilizado a miles de seguidores en autobuses del transporte público de Managua.
Diversos sectores han considerado que el líder sandinista, que lidera la intención de votos según todas las encuestas, alquila de 400 a 480 de las 800 unidades de autobuses de la capital, que salen de circulación desde el viernes, en horas de la tarde.
El transporte público de Managua moviliza de 800.000 a un millón de personas al día, según las autoridades.
El vicepresidente de Nicaragua, Jaime Morales, también ha criticado el uso partidario del transporte colectivo y ha sugerido que se dé un «ordenamiento mínimo».
Ortega presidió el sábado un mitin en el municipio de Juigalpa, provincia de Chontales, a 133 kilómetros al este de Managua.
Imágenes de la televisión local mostraron ese día a cientos de personas esperando una unidad de transporte colectivo en diversas paradas de la capital y a otras caminando.
«Otro sábado negro», tituló el matutino La Prensa, de Managua, en su principal noticia de este domingo, en el que cuenta el «calvario» que sufre la población por la falta de unidades del transporte colectivo.
«Tercer fin de semana sin autobuses», reseñó, por su lado, El Nuevo Diario, que señaló al Gobierno de violar derechos y exponer a los usuarios al peligro.
Las críticas por la falta del transporte colectivo también es un tema de debate en las redes sociales.
Para sus actos, Ortega utiliza parte de las nuevas 465 unidades de autobuses rusos y mexicanos que ingresaron este año a Nicaragua.
Rusia donó a Nicaragua 380 unidades de transporte, en tanto el Gobierno sandinista gestionó con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) un préstamo por 24 millones de dólares para comprar 350 autobuses a México.
Ortega aspira a continuar en el poder por cinco años más pese a que existe una norma constitucional que prohíbe la reelección inmediata, que, sin embargo, fue declarada inaplicable por magistrados oficialistas de la Corte Suprema de Justicia.
La oposición ha calificado de «golpe a la democracia» la candidatura de Ortega.
En las elecciones del próximo 6 de noviembre, unos 3,4 millones de nicaragüenses elegirán a su presidente, vicepresidente, 90 diputados ante el Parlamento y 20 ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen).