Según el funcionario, el 20.7 de las jóvenes cuyas edades oscilan entre los 11 a 18 años, están consumido bebidas alcohol.
Mientras tanto, el 18% de los jóvenes varones están consumiendo bebidas embriagantes.
Sostuvo que pese a los datos estadísticos en términos generales hay una disminución en el consumo de drogas a nivel nacional.
Explicó que los embarazos en menores de edad, en su mayoría se producen porque los menores se concentran en reuniones donde consumen alcohol y al calor del mismo surgen las relaciones sexuales y posteriormente el embarazo por falta de educación sexual.
Asimismo, dijo que ha disminuido la atención médica a los aficionados al fútbol que asisten a los estadios, ante la campaña que existe en no vender alcohol en la segunda mitad del partido.
Agregó que antes se atendían entre ocho a diez personas que asistían a los estadios con contusiones y politraumatismos derivados de la venta e ingesta de bebidas alcohólicas en las instalaciones deportivas.
Indicó que es importante la comunicación que debe de tener padre e hijo, “papá tiene que dejar de ser papá y convertirse en amigo, lo mismo tiene que hacer mamá para mejorar la comunicación con los adolecentes, mismo trabajo debe de hacer el maestro”.
Recordó que el alcohol es una droga adictiva, por lo que se debe de tener concientización sobre el mismo.
De su lado, el siquiatra Javier Uclés, aportó que debido a los constantes paros del magisterio, los alumnos de los centros educativos públicos, al estar en holgazanería, son atraídos al consumo de alcohol, drogas y a practicar el sexo.
“Vivimos en una sociedad extremadamente enferma”
Por su parte, el obispo auxiliar de la arquidiócesis de San Pedro Sula, monseñor Rómulo Emiliani, dijo que “vivimos en una sociedad extremadamente enferma”.
Agregó que la salud mental del pueblo se deteriora cada vez más, estamos enfermos de miedo, pesimismo, de fatalismo, depresión, violencia, este pueblo está llorando, deprimido, lo que implica que para podernos levantar debe de ser con voluntad y espiritualmente”.
Explicó que cuando una niña de 11 o 12 años es porque ha sido abusada por alguien cercano. “Este es un problema de valores, porque estas personas van induciendo a las niñas a una conducta sexual, esto es un asunto alarmante”, señaló.
“Lo peor que pueda pasar es que perdamos la capacidad de asombro, dolor y estupor ante este problema el alcohol induce a muchas cosas, hay más muertos en Honduras anualmente que en la guerra de Irak”, indicó.
Agregó que Honduras está viviendo en una especie de guerra civil solapada disimulada, “por los carteles de droga, por las bandas criminales, por los ajustes de cuentas, por crimines pasionales, por las venganzas, es por ello que el sicariato ha incrementado en el país”.