– Después del “Aztecazo” dimos la vuelta a la página porque no podemos estar celebrando, ahora es otro partido y el festejo de nosotros es corto.
Los ánimos están bastante altos, están al tope como se dice. Estamos muy motivados, muy conscientes de lo que hicimos, pero también sabemos que todavía no se ha logrado nada; sabemos que este partido contra Panamá es bien complicado, sin embargo nos motiva al mismo tiempo porque dependemos de nosotros para poder lograr la clasificación. Estamos con mucha tranquilidad y esperando que sea ya la hora del juego para poder entrar en la cancha y entregarlo todo por la selección.
¿Qué sintió usted en el Azteca esa noche después de que el árbitro pitó el final de partido?
Eran un montón de sentimientos, la verdad no lo podía creer, es un sueño que tuvimos muchas veces y no lo pudimos lograr anteriormente porque había sido muy difícil. La verdad es que sentí una felicidad enorme, tremenda, más que todo también por lo que representaba para nuestro país, porque por medio del fútbol el país tiene un desahogo, una paz, una tranquilidad momentánea, y más que todo me sentía bien de poder contribuir en algo para el país que sea positivo en estos momentos.
¿Cuáles fueron las imágenes que se vinieron a su mente?
Básicamente yo me imagine la gente aquí en Honduras celebrando, gritando y eso, eso se me vino a la mente, la felicidad de la gente aquí en Honduras. Pensaba yo como iba a celebrar la gente aquí, me imaginaba una locura, todo el mundo celebrando aquí…
¿Cómo se vivió en el camerino el antes y el después del partido?
Siempre íbamos con una mentalidad positiva, íbamos creyendo desde que salimos de acá, creíamos que podíamos hacer algo. Luego todo el mundo celebrando en el camerino, festejando, con el pensamiento siempre en que falta un partido que es más difícil todavía…
¿Usted ha escuchado alguna vez esa leyenda de que Honduras se juega con pelota cuadrada?
Sí, la escuche muchas veces cuando fui a jugar al Azteca y ahí caímos por marcadores abultados. Entonces con el gane sentí alegría, pero ya dimos la vuelta a la página porque no podemos estar celebrando, ahora es otro partido y el festejo de nosotros es corto. Después del juego, ya empezamos a prepararnos para la siguiente ocasión que es el partido contra Panamá.
Ahora usted tiene a Panamá enfrenté, ¿cuáles son sus expectativas?

Esperamos dificultades en ese juego porque ellos necesitan puntos, están urgidos de puntos, todavía tienen posibilidades y nosotros también. Además tenemos esa espinita porque nos ganaron el último juego, por ahí ellos podrían estar confiados en eso. Es complicado pero nosotros estamos preparados, tenemos confianza, esperamos que Dios mediante podemos salir triunfadores frente a Panamá.
¿Cuál es el sueño más acariciado de Noel en este momento?
Clasificar al mundial, la verdad es que se ha convertido en el sueño de todo el pueblo hondureño y de mis compañeros también. Ojalá salgan bien todas las cosas.
¿Cómo se siente jugar en el Nacional de Tegucigalpa?
Confianza porque siempre la gente nos da el apoyo, porque es nuestra casa y también la del equipo al que pertenezco. Es nuestra cancha y esperamos sacarle provecho a eso.
La gente tiene muchas expectativas puestas en usted, ¿cómo lo asume?
Es una gran responsabilidad. Defender el marco de la selección nacional es una gran responsabilidad. Hay una presión tremenda, pero ya días estamos en esto, sabemos manejar ese tipo de situaciones y nos gusta tener ese reto. Es la gran responsabilidad que tenemos de representar al país y la asumimos con mucho orgullo y con mucha dignidad vamos a representar a nuestro país.
Después del «Aztecazo» ¿ha tenido comunicación con la gente de Comayagua, su pueblo?
De mi familia me llamaron, me comentaron que la gente allá está contenta celebrando ese triunfo y me llena de mucho orgullo saber que la gente allá en mi pueblo me apoya, que a la distancia están ahí deseando que todo nos pueda salir bien en la portería.