La Coramehl está conformada por 12 cooperativas agroforestales que ahora contarán con el apoyo financiero y la asistencia técnica de Usaid ProParque.
Las cooperativas se encuentran ubicadas en el paisaje productivo sostenible Caribe que está conformado por cinco áreas protegidas: el Parque Nacional Nombre de Dios, el Parque Nacional Jeannette Kawas, el Refugio de Vida Silvestre Cuero y Salado, el Parque Nacional Marino de Islas de la Bahía y el hábitat del colibrí esmeralda, abarcando un total de 11 municipios del territorio nacional.
Las cooperativas agroforestales son organizaciones que cuentan con una sólida formación gremialista lograda durante muchos con el apoyo de socios del proyecto como Coopforh-Socodevi, sin embargo, su mayor limitante ha sido el no lograr establecer una relación comercial de larga duración con compradores responsables, debido a su poca oferta de productos y/o al alto costo administrativo que requiere llegar a este nivel.
En este sentido, el interés principal para Usaid ProParque, es apoyar en el desarrollo de la cadena de valor y la creación de un ambiente de negocios favorable donde se generen ingresos y empleos favoreciendo el manejo sostenible de los recursos naturales.
Esa aspiración se pretende alcanzar mediante el fomento de la capacidad de producción, gerencia y de una adecuada administración de los recursos.
El presidente de Coramehl, Roberto Martínez, expresó que el apoyo de Usaid ProParque, es importante ya que con ello se solidifican las capacidades empresariales para competir en los mercados locales y nacionales, y de igual forma se fortalece la gobernanza forestal y organizacional promoviendo la participación de mujeres y jóvenes en las comunidades.
De su lado, Daniel Galeano, especialista en forestería de Usaid ProParque, resaltó que Coramehl, es uno de los principales productores de maderas latifoliadas legalmente establecidas de Honduras y es parte de la estrategia de forestería comunitaria que implementa el Instituto de Conservación Forestal (ICF).
“Apoyar este proceso significa un combate directo a la tala ilegal de madera, un apoyo significativo a la promoción del manejo forestal sostenible y una oportunidad para las comunidades de mejorar su nivel de vida por medio de la mayor riqueza natural que poseemos los hondureños, el bosque”, destacó.
El convenio tendrá una duración de un año en el que se espera un incremento en las capacidades de administración y comercialización de los productos maderables que promueven estas cooperativas.
