Tegucigalpa – La violencia y muerte que rondan a los hondureños de a pie, tampoco deja tregua a personajes que ostentan el mando en Honduras, un país donde la pobreza retratada en el elevado costo de la vida, la precaria condición sanitaria y el desempleo, pasan a un segundo plano frente a la endeble realidad de la vida que parece encontrar en cada esquina un sobresalto.
Pero ese nivel de zozobra tampoco escapa a los que ostentan posiciones de poder político, económico y social en Honduras, porque pese a los anillos de seguridad que les blindan, estos personajes también parecen vulnerables.
En las últimas horas la seguridad de los mismos jefes de la Policía hondureña se vio estremecida tras el atentado criminal contra el subcomisionado Juan Manuel Aguilar Godoy, asistente del jefe nacional del ente, Juan Carlos “el Tigre” Bonilla.
El subcomisionado Aguilar Godoy, fue objeto de un atentado criminal la tarde del jueves en Tegucigalpa, capital de Honduras, presuntamente, durante un asalto a su vivienda.
El hecho se produjo en la Residencial Honduras a inmediaciones de la Universidad Tecnológica Centroamericana (Unitec), dijeron fuentes. La información sobre el caso es escueta. El silencio oficial respecto al accionar criminal frena el conocimiento amplio de los hechos, pero pese a ello, los periodistas hacen su labor y como sabuesos husmean hasta poder trasladar a los usuarios, lectores, oyentes y televidentes las versiones de cada hecho violento, intentando acercarse a la verdad.
Escuetas versiones de testigos del hecho dan cuenta que el subcomisionado Aguilar Godoy repelió un ataque de varios individuos. El oficial se desempeña como oficial de planta de la dirección de la Policía Nacional, donde se desempeña desde el 20 de febrero de este año, el subcomisionado Aguilar Godoy fue nombrado como oficial de planta de la dirección de la Policía Nacional. También en 2012, Aguilar Godoy fue jefe de la departamental número 18 de Yoro. Además en 2011 se desempeñó como jefe noroccidental de la Policía de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC).
Asesinan a miembro de la Guardia de Honor del presidente Lobo
Hace poco más de un mes, el 18 de junio anterior, un miembro de la Guardia de Honor Presidencial, fue asesinado a balazos en un sector de la colonia Soto de Comayagüela. La víctima era Samuel Calero Vilches, quien fue liquidado cuando caminaba por la citada colonia, cerca del Cementerio General.
Calero se conducía junto a su esposa e hijo cuando delincuentes le salieron al paso presuntamente para asaltarlo, pero al parecer se opuso a la acción, por lo que los malvivientes decidieron dispararle, infiriéndole cuatro balazos.
Crimen contra el motorista de Ramírez del Cid
En mayo de 2012, el motorista del entonces jefe de la Policía Nacional hondureña, José Ricardo Ramírez Del Cid fue acribillado en un sector de Comayagüela, ciudad gemela con Tegucigalpa, capital de Honduras.
La víctima fue identificada como Francisco Pavón Ávila (54) y quien tenía 35 años de carrera policial, también se desempeñaba como edecán del jerarca policial.
Según se informó preliminarmente que Pavón Ávila se encontraba en el parqueo del mercado Álvarez hasta donde llegaron desconocidos y lo acribillaron en el acto.
El jefe de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, Francisco Bocanegra, dijo que unos tres individuos se le acercaron y lo asesinaron sin mediar palabras.
En ese momento, Ramírez del Cid se encontraba en una reunión en Casa Presidencial con los periodistas corresponsales de las agencias internacionales en el país.
El edecán de Mel Zelaya
A mediados de 2007, en junio, el edecán del entonces presidente hondureño de esa época, Manuel Zelaya, capitán Alejandro Motiño Zavala, fue asesinado a tiros por varios desconocidos en una colonia de Tegucigalpa.
En ese momento, el gobierno de Honduras aseguró que el asesinato del edecán presidencial, era político, con el objetivo es “desestabilizar la gobernabilidad del país”, y responsabilizaron de ello a “sectores poderosos”.
El edecán presidencial fue ultimado por desconocidos al filo de la 5:30 de la mañana en la colonia Villa Olímpica, al oriente de la capital. Según el dictamen forense, recibió seis disparos, cinco en la espalda y uno en la cabeza que le segaron la vida casi al instante.
En plena Navidad matan a guardia de honor de presidente Zelaya
En plena noche buena, el 24 de diciembre de 2007, un miembro de la guardia del entonces presidente de Honduras, Manuel Zelaya, fue asesinado en su día libre por varios delincuentes que lo asaltaron junto a otras personas en una aldea de la zona central del país.
La víctima fue identificada como el cabo Héctor Antonio Fúnez, de 21 años, quien tenía un año de ser miembro de la Guardia de Honor Presidencial, tras haber pertenecido al Ejército hondureño. Fúnez regresaba a su casa junto a varios amigos, cerca de la medianoche, cuando fue interceptado por hombres armados.
El hecho ocurrió en la aldea Buenos Aires, municipio de Guaimaca, departamento central de Francisco Morazán.
Otro crimen contra un guardia de honor
El primer día de octubre de 2008, un miembro de la Guardia Presidencial fue asesinado este martes en la residencia del ex secretario privado presidencial y entonces presidente de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), Raúl Valladares.
La víctima fue identificada como el cabo Héctor Antonio Fúnez, de 21 años, quien tenía un año de ser miembro de la Guardia de Honor Presidencial, tras haber pertenecido a otras ramas del Ejército hondureño.
Las incógnitas eternas
Ya para marzo de 2008, se informó que el asesinato del edecán presidencial Alejandro Humberto Motiño Zavala no tuvo motivaciones políticas como arguyeron en su momento funcionarios del Gobierno, según organismos de derechos humanos, citados en el informe de derechos humanos 2007 del Departamento de Estado de Estados Unidos.
El informe citaba el caso del edecán presidencial como uno de los asesinatos y violaciones a los derechos humanos que ha quedado en la impunidad en Honduras, aunque mencionaba que al final del 2007, el gobierno informó la detención de dos sospechosos.
Al respecto, el Departamento de Estado, señaló que los grupos de derechos humanos comentaron que no había pruebas para apoyar la afirmación del gobernante y “al final del año las autoridades de seguridad habían detenido a dos sospechosos, Edwin Ernesto Hernández y Hansen Mohamed Handal”.
Esta fue la primera vez que trascendieron estos nombres, porque a nivel de opinión pública en Honduras nunca antes se dieron a conocer por las autoridades policiales. Se desconoce si esas personas enfrentaron un proceso judicial o si por el contrario fueron liberados por las autoridades.
¿Quiénes son?, ¿dónde están? y ¿dónde se encuentran detenidas esas personas?, son preguntas que sólo pueden responder los órganos de investigación y de la Policía Preventiva hondureña.