Para la adjudicación de estas licitaciones, los consorcios participantes debían demostrar capacidad técnica y experiencia directa en la construcción y en la operación de terminales portuarias similares y obras marítimas en los últimos 10 años, así como también, tener la capacidad económica para emprender proyectos de esta magnitud e importancia.
Estas licitaciones internacionales tuvieron en el mes de abril la primera audiencia para la adjudicación, proceso que fue declarado desierto ya que ninguna de las propuestas ofrecía las mejores condiciones en beneficio del país y algunas de las especificaciones económicas tenían valores que no estaban de acuerdo con lo solicitado en los pliegos de condiciones del proyecto.
Coalianza y Banco Atlántida asumieron el reto de llevar a cabo este proceso para la mejora, remodelación, modernización y operación de la actual Terminal de Gráneles de Puerto Cortés y para garantizar la viabilidad del proyecto, decidieron hacer dos licitaciones distintas: una para escoger la empresa constructora, encargada de la realización de obras tales como la adecuación de su actual muelle de 202 metros, a uno renovado con una longitud de 417 metros, lo que generará un aumento de 3 mil a 12 mil descargas de toneladas de granel al día.
La otra licitación, para escoger la empresa operadora encargada de invertir en equipamiento, construcción de silos verticales, oficinas administrativas, sistemas informáticos para la operación de la terminal y reparación de una bodega existente.