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Icono de lucha obrera lamenta que dirigencia actual “no sienta el dolor y el clamor de los de abajo”

Tegucigalpa – Andrés Víctor Artiles, un icono de la lucha obrera quien a sus casi 88 años de edad y con una serie de intervenciones quirúrgicas a las que se ha sometido, todavía recuerda con mucha claridad sus experiencias vividas durante su extensa trayectoria gremial.
 

Don Andrés Víctor Artiles, abrió las puertas de su vivienda a Proceso Digital para compartir sus experiencias como líder de la huelga bananera de 1954, en la que participaron unos 30 mil trabajadores de la Standard Fruit Company y la Tela Railroad Company, de donde nace el movimiento sindical organizado en Honduras.

Durante su conversación, la figura emblemática del sindicalismo hondureño, quien es ex presidente del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Standard Fruit Company (Sutrasfco), recordó que las situaciones inhumanas en los campos bananeros, lo impulsaron a participar e incitar en la huelga de 1954.

Detalló que en ese tiempo el trabajador carecía de un lugar para descansar, había escasez de agua para tomar y experimentaban otras anormalidades sociales.

El movimiento la huelga del 54, es considerado el mayor evento social reivindicativo que ha existió en Honduras.

A raíz de este movimiento, nace el Código de Trabajo, en el que se registran los derechos y deberes del patrono y el empleado, normativa que a criterio de Artiles, todavía no está completa.

“Yo tengo un recuerdo que cuando se aprobó el Código de Trabajo, (Ramón) Villeda Morales nos llamó a Casa Presidencial para firmarlo y una de las frases que le dije fue, “le agradecemos que nos haya aprobado el Código de Trabajo, en el camino arreglaremos las cargas”, queriendo decirle que le íbamos a hacer enmiendas porque no estaba completo”, remarcó.

Lamentó que ese código “sigue incompleto, necesita ser revisado”.

Añadió que los 160 convenios que existen, requieren ser objeto de revisión por los actuales dirigentes gremiales para identificar las carencias en la legislación laboral hondureña.

Deslegitimado el espíritu gremial

Don Víctor, en su calidad de baluarte de la lucha gremial en Honduras, lamentó que esa lucha de los trabajadores se ha deslegitimado y que existan deficiencias entre las organizaciones y pleitos intestinos en el que prima la lucha por poder político y bienestar individual.

“Yo miro que hay deficiencia y no es criticar, simplemente es que hay deficiencia, no le están dando atención a la legislación laboral, ni a la condición socioeconómica y social de Honduras”.

Resaltó que todos los sectores son invitados y llamados por el gobierno para tratar diversos temas, a excepción de los sindicatos a los que no les participan decisiones trascendentales.

También rememoró que en sus tiempos de lucha, “cualquier cosa que hacia el gobierno a los primeros grupos sociales que llamaba era a la organización sindical”.

A criterio de este veterano dirigente obrero, los actuales grupos gremiales han perdido la credibilidad frente a los gobiernos, al acotar que “tenían más fe en los grupos de dirigentes sindicales de aquel entonces”.

Artiles hizo énfasis en que el movimiento sindical del 54 nació de una necesidad económica pero sobre todo de la conciencia social que dio la fuerza a los trabajadores y dirigentes natos, con una capacidad intelectual natural.

Esos dirigentes supieron interpretar la necesidad de los trabajadores y lograron llevar un proceso de reivindicaciones hasta lograr las metas que alcanzaron.

Sin embargo, subrayó que “los dirigentes obreros que surgen ahora, salen electos en una asamblea, pero no han sido puestos a prueba, no han tenido la atención debida para prepararse y eso hace que no sientan el dolor, ni el clamor de los de abajo”.

Dirigentes gremiales actuales buscan puestos políticos

El ex secretario general del Sutrasfco, señaló que en los últimos gobiernos a partir del ex presidente Rafael Leonardo Callejas, las administraciones han acaparado la voluntad de los dirigentes sindicales, colocándolos en lugares estratégicos como designados presidenciales, ministros y diputados, hechos que deslegitiman su rol fundamental.

“Yo considero que desde la época de Rafael Leonardo Callejas, hubo un bajón en la dirigencia, porque él (Callejas) fue muy astuto y atrajo mucho a los directivos sindicales, quienes se acomodaron, unos para ocupar un puesto público y otros para entrar al Congreso Nacional”, refirió.

En ese sentido, resaltó que el interés de los dirigentes gremiales por incursionar en política los ha hecho perder la credibilidad frente al gobierno.

Cuestionó que “el gobierno sabe exactamente cómo manejar al dirigente sindical y por consiguiente el que sale un poco defensor de los trabajadores, lo van marginando, los que se acomodan y han sido accesibles al gobierno gozan de las prebendas”.

Otro de los aspectos que ha hecho caer al movimiento sindical, a criterio de Artiles, es que éste no tiene una concepción bien clara de cuáles son los objetivos y su finalidad frente a la situación actual del país, aseguró Artiles.

Señaló que los actuales grupos gremiales no tienen un enfoque que les permita señalarle verdades al gobierno como lo han hecho otros grupos que no siendo sindicatos, se han tomado esa atribución.

Reiteró señalando que antes la voz cantante que se oía primero, era la sindical y ahora no.

El bastión del movimiento obrero hondureño, reconoció que en el país existen muchas necesidades entre las que priorizan el empleo y el subempleo y lamentó que, a su juicio, el gobierno no esté haciendo absolutamente nada por aliviar esa situación.

Agregó que “cualquier político que resulte electo, no va a hacer nada por la clase trabajadora porque ya está comprometido con los empresarios”.

En ese sentido, reiteró que la crisis que atraviesa el país en política, seguridad, economía, salud, empleo y otros, afecta enormemente a la población la cual está conformada en su mayoría por la clase trabajadora.

En ese sentido, explicó que los grupos gremiales deben analizar a profundidad lo que está ocurriendo en el país y actuar en materia defensiva y protectora tomando acciones que vayan en beneficio del pueblo hondureño para que se sienta la presencia del movimiento sindical.

Recomendó a los dirigentes obreros prepararse intelectualmente y tomar en cuenta a los profesionales, no sólo la mano de obra del trabajador que sale de un taller, finca o fábrica.

“Honduras necesita de dirigentes sindicales capaces, honestos, responsables y que estén dispuestos a hacerle frente a la situación”, expresó Andrés Víctor Artiles quien también considera que los líderes obreros deben ser personas honradas, sinceras y que piensen con un espíritu gremial”.

“Tienen que empezar por mejorar su imagen, capacitarse y formarse aceptar mejorar sus condiciones para que busquen crear fuente de trabajo”, acotó.

También resaltó la necesidad de que los grupos gremiales sean dinámicos y activos, porque de lo contrario, los partidos políticos querrán aprovecharse.

Huelga del 54

La huelga del 54 se originó a partir del primero de mayo de 1954, a raíz de un proceso de explotación que vivía la clase trabajadora.

Durante ese tiempo no existía un registro de personas, hasta después de la huelga del 54, surgió la ley de identidad por medio de la cual el ciudadano recibía una partida de nacimiento.

En este movimiento de huelga se paralizaron cinco distritos entre los que figuraba El Progreso, Puerto Cortés, La Lima y Tela.

La huelga del 54 fue declarada por unos 30 mil trabajadores hondureños que dieron inicio a una etapa sindical y gremialista, ayudó a que el gobierno comenzara a reconocer el derecho de los trabajadores en esa época.

A partir de la huelga del 54 empezaron a regularse las condiciones de trabajo entre el patrón y los trabajadores organizados.

Julio Lozano Díaz, quien sustituyó a Juan Manuel Gálvez en la presidencia de la República, pidió el asesoramiento de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y ellos mandaron un experto que laboró con abogados hondureños redactando la Carta Constitutiva de Garantías del Trabajo, y esto fue lo que dio lugar a que los trabajadores empezaran a tener derechos.

Después de la carta constitutiva vendrían otros técnicos de la OIT que empezaron a hablar sobre organización sindical, la Ley de Organización Sindical, la Ley de Contratación Colectiva, la Ley de Contratación Individual, todas esas leyes se van sometiendo al Congreso Nacional y se aprueban.

Pero cuando llega a la presidencia, el liberal Ramón Villeda Morales agrupa todos esos decretos en una sola ley y crea el Código del Trabajo, donde se estipulan las conquistas de vacaciones, tiempo por enfermedad, por accidente, entre otros y a partir de esa fecha se reconoce el derecho a la huelga.

¿Quién es Andrés Víctor Artiles?

Nació un 30 de noviembre del 1925 en Juticalpa, Olancho, es el penúltimo hijo de los siete que fueron procreados por un talabartero y un ama de casa, se fue a residir a La Ceiba, Atlántida a sus nueve años de edad en una caravana familiar.

Su viaje fue por cordillera porque no había carretera, es por ello que Artiles mira los vehículos por primera vez en La Ceiba en 1934.

Al llegar a la zona norte del país, cursó hasta el tercer grado de educación primaria, porque tuvo que dedicarse a trabajar a partir de sus 15 años.

Durante su vida juvenil y laboral vendió revistas, fue conserje y trabajó en una farmacia.

En ese momento, Artiles determinó buscar a un profesor para que le enseñara lo relacionado con cuarto y quinto grado.

Posteriormente realizó trabajos de construcción y fontanería hasta llegar a laborar en las compañías bananeras.

Desde que se incorporó al movimiento sindical, fue superando niveles debido a su beligerancia como delegado, hasta llegar a ser secretario general del Sutrasfco.

Desde el periodo de ex presidente Juan Manuel Gálvez hasta José Simón Azcona, fue reelegido como secretario general, hasta que en 1989, determinó ya no continuar en el cargo.

Artiles escribió un libro basado en sus experiencias de lucha, el cual tituló “Mi participación en la vida sindical hondureña”.

Esa obra fue auspiciada por el Banco Central de Honduras (BCH) que hizo un tiraje de 400 ejemplares, los cuales fueron distribuidos en el movimiento sindical.

También fue ministro de Trabajo en el gobierno de Carlos Flores y embajador en República Dominicana. Laboró en el Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop) desde 1970 hasta el 2012.

Mini Perfil

Libro: La Biblia

Personaje: Cantinflas y Jorge Negrete

Presidente extranjero: John F. Kennedy

Presidente hondureño: Ramón Villeda Morales

Partido político: Liberal

Comida favorita: Todo lo que me hace mi esposa

El trabajado: Base para el desarrollo del país


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