Las dos palomitas azules o doble clic de WhatsApp a modo de «espía» para confirmar que los mensajes son leídos ha causado revuelo entre muchos usuarios, ante la sorpresa de expertos que insisten en que su utilización es voluntaria, casi gratuita, y el servicio permite darse de baja a todo el que quiera.
En las últimas horas Twitter se ha convertido en un hervidero de quejas contra WhatsApp por parte de usuarios que describen la novedad del doble clic de esta empresa, adquirida hace unos meses por Facebook, como una bomba de relojería, aunque otros servicios de mensajería la vienen utilizando tranquilamente desde hace tiempo.
Expertos consultados por Efefuturo han insistido en que más allá de lo abusivas o no que sean las funcionalidades de WhatsApp cualquiera es libre para mantenerse en el servicio o no y quien no esté satisfecho siempre puede darse de baja.
El profesor, abogado y consultor de estrategia digital Borja Adsuara ha recordado que el uso del servicio es voluntario, nunca obligatorio, y cuando se acepta su uso se hace bajo unas condiciones consentidas y con la opción de desvincularse si a uno no le gustan.
Pese a ello, ha admitido que en las redes sociales están prosperando protestas espontáneas en masa, a modo de revolución francesa, para presionar contra funcionalidades de empresas con políticas consideradas abusivas para la privacidad por una mayoría, y en casos están haciendo recular a muchas de ellas.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Internautas (AI), Víctor Domingo, ha insistido en los riesgos para la privacidad de servicios gratuitos, o con precios irrisorios, como WhatsApp, que apenas cuesta un euro al año, ya que el usuario se convierte en «el producto», sin percatarse normalmente de ello hasta que no surgen situaciones extremas.