Debaten Ley de Pesca en medio de intereses ambivalentes

Tegucigalpa – Más de 40 mil pescadores serían afectados con la nueva Ley de Pesca y Acuicultura que actualmente se discute para su aprobación en el Congreso Nacional, según han denunciado asociaciones de faenadores artesanales.

Empresarios y pescadores de la zona de Islas de la Bahía, manifestaron su respaldo al proyecto de ley que está en debate en el CN.
Diputados de los departamentos donde la pesca artesanal es un modo de vida denuncian que dejaron por fuera de la socialización a esos sectores mientras otros parlamentarios alegan socialización absoluta.
– Honduras posee recursos marítimos en el océano Pacífico y el mar Caribe o de la Antillas.
Hasta el momento, apenas cinco de los 125 artículos de la nueva Ley de Pesca y Acuicultura se han aprobado en la Cámara Legislativa en su tercer debate y ya el foro mundial de pueblos pescadores, afirma que unos 40 mil pescadores artesanales de Honduras quedarían fuera de esta actividad económica.
Eliminación de artesanales
pescadores-hondureños-6Según el representante del Foro Mundial de Pesca, Jorge Varela, con la nueva normativa, “se está eliminando al pescador artesanal y se está atentando contra la biodiversidad marina, entonces este es un atentado contra la soberanía nacional y todos los pescadores del país, unos 40 mil pescadores”.
Refirió que se trata de pescadores ubicados en el Golfo de Fonseca y del Litoral Atlántico hondureño y según este Foro Mundial de Pesca la Ley privatiza la actividad.
“Mediante un decreto aprobado en diciembre del año pasado ya se le regalaron miles de hectáreas a las fincas camaroneras que provienen de España, Panamá, Estados Unidos, mediante concesiones”, aseveró Varela.
Preocupación por concesiones
Para el diputado del Partido Libertad y Refundación, Rafael Alegría, la cuestión está en cómo a los pescadores artesanales se les promueve, se les fomenta, se les apoya ya que han estado hasta ahora abandonados.
Alegría asevera que posee una carta enviada por los pescadores del Golfo de Fonseca, donde señalan que una de sus grandes preocupaciones son las concesiones en las tres millas náuticas que ahora están siendo exclusivas para los pescadores artesanales, pero que están siendo violentadas.
Explicó que una concesión en el rubro de la pesca, significa una concesión a nivel del mar al tiempo que señaló que acuicultura se puede desarrollar a nivel de territorio en tierra firme, lo que tiene que ver mucho con la seguridad del Estado.
“Imagínense que a alguien se le ocurra concesionar 150 millas náuticas, – ¿con cuánto nos quedamos de las 200 millas náuticas que tiene la nación? -, realmente perderíamos soberanía tremenda”, arguyó.
Precisamente, en los debates protagonizados en el Congreso Nacional durante la discusión del anteproyecto de ley, una de las preocupaciones y cuestionamientos expresados es el tema de las concesiones.
Sobrepesca irracional
Según el dictamen emitido por la comisión de agricultura y ganadería del Congreso Nacional, la nueva Ley de Pesca y Acuicultura que contiene 125 artículos, busca reglamentar el uso correcto de los recursos marítimos y acuícolas, así como la territorialidad, explotación y su sostenibilidad, este rubro le genera al país más de 200 millones de dólares en exportaciones.
Sin embargo, para la Organización Fraternal Negra de Honduras (Ofraneh), la pesca ha sido uno de los pilares de su economía, además de ser parte esencial de la dieta tradicional y a pesar de la importancia de la pesca, ven como el pescador artesanal se encuentra a punto de desaparecer.
venta de pescadosDetalla que desde hace más de 30 años, en el Golfo de Honduras, se inició la  sobrepesca, fomentada por la flota pesquera industrial, que en su mayoría tiene como base la Isla de Roatán. La fiebre de la exportación del camarón, generó la destrucción de la riqueza ictiológica y por cada libra de camarón extraído se calcula la pérdida de 7.5 kilos de otras especies.
Según la Ley de Pesca vigente, que data de1959, el pescador artesanal puede realizar su actividad productiva en la franja de las tres millas náuticas a partir de la línea de la costa, con embarcaciones de una capacidad menor a tres toneladas, sin embargo, la excepción impuesta a la flota industrial de las tres millas náuticas- la cual es el santuario de los pescadores artesanales- ha sido violada sistemáticamente por la flota industrial, arguye la organización garífuna.
Añaden que los pescadores artesanales garífunas además de sufrir el constante saqueo de su santuario a manos de los industriales, también se vieron afectados por las restricciones de las leyes forestales hondureñas que impiden la obtención de árboles para la construcción de cayucos, situación que convirtió a las barcazas  tradicionales de madera en costosos objetos, fuera del alcance económico de los pescadores; mientras tanto, el bosque sucumbió a manos de deforestadores.
Refieren que en 2011, la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) presentó un anteproyecto de Ley de Pesca, en su artículo 92 indica que “velará por la efectiva participación de los pueblos indígenas y que en lo posible, en los procesos de consulta se utilizarán los medios de comunicación que garanticen la correcta y profunda información a estas comunidades y el tiempo necesario para la correspondiente retroalimentación”. Incluye además en el artículo 149 el reconocimiento de las tres millas del santuario de los pescadores artesanales.
“Directrices” de la FAO
Ambientalista-Jorge-VarelaSegún un artículo publicado por el ambientalista Jorge Varela, la nueva versión de la Ley de Pesca y Acuicultura que se discute actualmente en el Congreso Nacional se excluye las tres millas de la franja costera que han sido utilizadas para la sobrevivencia del pueblo garífuna, además de las Cuotas Transferibles de Pesca  (ITQ por sus siglas en inglés), situación que puede culminar en una forma de privatización del mar.
Los pescadores artesanales además de la enorme competencia que representa la pesca de arrastre, sufren las consecuencias del cambio climático el cual afecta a muchas especies que buscan aguas más profundas para poder adaptarse a los cambios de temperaturas oceánicas.
El cambio climático afecta severamente a los corales y manglares ya que están amenazados tanto por el calentamiento global como por la acidificación de los océanos y la salinización de las lagunas costeras, ecosistemas fundamentales para la reproducción de un  sinnúmero de especies marinas.
Las problemáticas que actualmente padecen los pescadores artesanales parece ser que se incrementarán con el inconsulto anteproyecto que se discute en el Congreso Nacional, según Varela.
En ese sentido, para Varela, la nueva ley debe contener componentes sociales, ambientales y económicos en beneficio del pueblo, de la biodiversidad y de la humanidad.
No obstante, considera que se está aprobando en Honduras una Ley de Pesca y Acuicultura totalmente opuesta a las “directrices” y a la alimentación del pueblo.
Refiere que después de seis años de discusiones entre redes mundiales de pescadores organizados, sociedad civil de todos los continentes y los 139 Estados miembros que conforman la FAO, se aprobaron en junio 2014 las “directrices” de ese organismo para asegurar la sostenibilidad de la pesca artesanal o de pequeña escala en el contexto de la soberanía alimentaria, la erradicación de la pobreza y el respeto a los derechos humanos.
Esas “directrices” se dirigen a los Estados miembros de la FAO como Honduras, los que reconocen la importancia de la pesca artesanal en la alimentación, buscan contribuir al desarrollo sostenible de las comunidades de pescadores mediante la ordenación pesquera y la conservación de recursos acuáticos, basándose en principios de respeto a los derechos humanos, a las culturas, a la consulta y participación, la transparencia, la rendición de cuentas y sostenibilidad bio-socioeconómica.
Según Varela, esas “directrices” presentan un matiz social, humanitario y son un compromiso del gobierno del presidente Juan Orlando Hernández ante la comunidad nacional e internacional.
Pero el Congreso hondureño, lejos de considerar las directrices de la FAO, impulsa una ley que en esencia, mediante “transferencias”, disminuye o elimina al pescador artesanal; privatiza la pesca, atenta contra la conservación de la biodiversidad acuática; despoja de territorios marinos y continentales a Honduras donándolos a corporaciones nacionales e internacionales; se burla de la participación y consulta ciudadana, toca el contenido social y humanitario de las directrices por una ley que fomenta la codicia y el acaparamiento de recursos acuáticos.
Ley si fue consensuada
No obstante, el diputado Milton Puerto, miembro de la comisión de dictamen, asegura que el anteproyecto de ley fue consensuado porque es conducta del actual Congreso Nacional que todos los proyectos de ley se socialicen y consensuen con los sectores involucrados con el fin de recoger sus aportes para que el producto sea viable y de beneficio general.
pescadores-del-Lago«Se socializó con los pescadores del Lago de Yojoa, del Golfo de Fonseca, La Ceiba. Esta ley vendrá a beneficiar al sector pesquero porque tiene aspectos nuevos, hay seguro para el pescador. El objetivo es sacar adelante a ese rubro», arguyó.
Las autoridades del Congreso Nacional han anunciado que la nueva legislación será aprobada en las sesiones de la Cámara Legislativa que se celebrarán el 18 y 19 de noviembre próximos en Choluteca, sin embargo, apenas se han aprobado cinco de los 125 artículos por lo que la aprobación total tendría que hacerse en una jornada maratónica.
La pesca es una actividad que en un solo rubro genera al país más de 200 millones de dólares por exportaciones y merece todo el apoyo porque está siendo regulada por una ley que data de 1959, según han dicho los miembros de la comisión de agricultura y ganadería.
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