Corinto, Cortés – Este miércoles llegaron a Corinto, punto limítrofe entre Honduras y Guatemala, seis autobuses con 178 hondureños deportados desde México, informó personal de la Cruz Roja Hondureña.
La coordinadora de voluntarios de este organismo de socorro, Yahely Milla, notificó que de las seis unidades tres transportaban a menores de edad en compañía de un adulto, por lo que, tras recibir asistencia en Corinto continuaron su viaje hasta la ciudad de San Pedro Sula donde son atendidos por autoridades gubernamentales.
La socorrista detalló que el grupo de los 178 retornados está compuesto por 43 mujeres, 87 hombres, 23 niñas y 25 niños.
Todos recibieron un kit de limpieza personal y la oportunidad de realizar una llamada de tres minutos para notificar a un familiar sobre su regreso al país centroamericano.
Los automotores llegaron a territorio hondureño durante la mañana y horas de la tarde de este día, por lo que se estima que los retornados estarían llegando a sus hogares en horas de la noche.
De acuerdo a cifras manejadas por el Instituto Nacional de Migración (INM) en 2014 se han deportados vía terrestre y aérea a casi 72 mil hondureños de los cuales al menos siete 500 son menores de edad.
En ese orden, el gobierno de Estados Unidos ha confirmado que en diferentes albergues del país permanecen 13 mil menores de edad hondureños en espera de una aprobación de asilo o de su deportación.
Sin embargo, estas realidades podrían cambiar este jueves cuando el presidente estadounidense Barack Obama anuncie en un discurso televisado desde la Casa Blanca sus esperadas acciones ejecutivas sobre inmigración.
Con estas acciones se estima se beneficiaría a unos cinco millones de indocumentados latinoamericanos que residen en la nación norteamericana.
«Todo el mundo coincide en que nuestro sistema de inmigración está roto», afirmó este día Obama y acto seguido reiteró que este jueves, a partir de las ocho de la noche hora local (01:00 GMT del viernes), anunciará «algunas medidas» que puede adoptar en virtud de su autoridad ejecutiva para reparar el «roto» sistema de inmigración del país.
