China y Latinoamérica…la cara y la cruz

Por: Julio Raudales
El lunes pasado (24 de agosto) muy temprano, los internautas fuimos sorprendidos con la noticia de un derrumbe en prácticamente todos los mercados financieros internacionales, debido al “efecto dominó” provocado por la caída de la bolsa de valores de China.

¡Otro lunes negro!
¿Por qué se dio esta situación? ¿Qué está pasando en la economía internacional? y sobre todo, ¿Cómo nos veremos afectados los latinoamericanos por esta problemática? Intentaré dar algunas respuestas desde mi perspectiva a esas preguntas.
El Gran Dragón de Oriente, convertido ya en la segunda economía mundial después de la norteamericana, ha iniciado en los últimos dos años, un abrupto descenso en su crecimiento económico, el cual ha sido uno de los más rampantes de la historia universal. Su Producto Interno Bruto real ha crecido en un promedio de 10% anual desde 1980 –recordar que EUA creció al 6% anual entre 1875 y 1945 y la URSS lo hizo a la misma tasa entre 1927 y 1956- por lo que era previsible que al iniciar el declive chino, se observara algún impacto negativo en la economía mundial.
Pues lo del lunes se debió fundamentalmente a que la semana anterior, el gobierno chino devaluó el yuan, su moneda.
¿Por qué lo hizo? Hace algunos días mencioné en una columna llamada “Un señor muy sabio llamado Tobín” (http://www.latribuna.hn/2015/08/13/un-senor-muy-sabio-llamado-tobin/), que la inversión es el gran propulsor del crecimiento económico. Debido a esto, las autoridades de aquel país, muy preocupadas por la desaceleración, decidieron “estimular” a los inversionistas haciendo que su moneda costara menos en relación al dólar, euro, yen y otras, para que los productos chinos sean más baratos (competitivos) y esto permita que los empresarios se decidan a invertir. ¿Qué pasó entonces? Pues lo contrario: las economías desarrolladas del mundo intuyeron que la acción del gobierno chino se debía a la anticipación de una crisis y dejaron de invertir en China. Esto provocó que la Bolsa de Shangai cayera en 8.5%, la más grande caída desde el 2008 y que se produjera un contagio a los mercados financieros del resto del mundo.
Fue el gran economista norteamericano John Mulf de la Universidad de Chicago, quien en 1961 introdujo una explicación a problemas como el generado por el gobierno de china la semana pasada. Él suponía que los seres humanos guían su comportamiento social en base a sus expectativas futuras y que aunque se puedan equivocar individualmente, al analizar el agregado casi siempre aciertan en la proyección de lo que esperan que suceda. Fueron entonces las “Expectativas Racionales” de los inversionistas, las que provocaron que la reacción a la medida del gobierno chino fuera una caída en la bolsa y su contagio al resto de los mercados que por cierto están muy conectados.
¿Cómo afecta la desaceleración de la economía china a los latinoamericanos y especialmente a los hondureños?
Nuestra región viene sintiendo el impacto de la desaceleración china desde hace un par de años. En su último informe la CEPAL señaló que Latinoamérica sólo crecería un 0,5% este año y citó a la caída de los precios de las materias primas debido a la desaceleración china como una de las principales causas. Venezuela por el petróleo y Chile por el cobre se encuentran entre los más perjudicados, pero no son los únicos.
Sin embargo, el impacto de la economía china sobre la región no se limita al precio de las materias primas. La devaluación del yuan produjo una caída del real brasileño del 1% mientras que el peso chileno también sufrió una caída a su más bajo nivel en 12 años, por su parte, la moneda mexicana se disparó a 17 pesos por dólar.
Esta caída en los mercados internacionales afecta también a Honduras. Aunque aquí no tenemos una bolsa de valores desarrollada, la baja en la rentabilidad y el precio de los activos financieros, presiona al alza la tasa de interés mundial y por tanto afecta negativamente la pretensión de reducir el costo del dinero a nivel doméstico que tanto se viene discutiendo en las últimas semanas.

Creo que las autoridades de nuestro país deberán acelerar las medidas de política monetaria que han venido proponiendo, si es que pretenden cumplir con las metas establecidas en el programa económico aprobado a comienzos del año, pero más importante aun es, mejorar la confianza domestica e internacional para atraer inversiones, en especial ahora que los capitales se están movilizando.

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