Por: Otto Martin Wolf
Generalmente los líderes populistas han surgido de los sectores más humildes.
“Soy uno de ustedes, yo he sufrido, la voz de los que no tienen voz, el salvador de los oprimidos, etcétera”.
Los populistas aprovechan o inventan crisis, para luego ofrecerse como redentores, los pueblos que caen en su engaño difícilmente logran salir del abismo.
Daniel Ortega lideró una revolución para liberar a Nicaragua de la dinastía Somoza. El pueblo lo siguió. Comparado con Ortega… Somoza era un niño de escuela.
Daniel Ortega tiene más años en el poder (y dinero) que Somoza y, por lo que podemos vislumbrar, él y su esposa se quedarán durante mucho tiempo. La medicina fue peor que la enfermedad.
Su maestro, Fidel Castro, había dirigido otra revolución para salvar a Cuba; como resultado él y su familia establecieron un régimen que pronto cumplirá 60 años de haber “liberado” a esa pobre isla.
Venezuela tuvo su propio libertador. Hugo Chávez fue un populista que dejó el caos económico y la división política irreconciliable en que se encuentra esa nación. Maduro, otro aspirante a populista, sólo que más barato., fue parte de su herencia.
En la Italia del siglo pasado surgió Benito Mussolini. Era un hombre con un elocuente discurso que ofrecía soluciones para todo. El resultado fue que llevó a su país al caos y… a la Segunda Guerra Mundial.
El populista del siglo 21, Donald Trump es muy parecido; se pueden comparar sus gestos y discursos en You Tube.
Pero el caso de Trump es extraño ya que no viene de las clases pobres, es un populista que “ataca” de arriba hacia abajo, algo raro en esta clase de bichos.
Pero Trump no es tan imbécil como parece, al menos no tanto como lo son sus seguidores. Sus fanáticos han demostrado que están dispuestos a creer sus increíbles mentiras y su lógica irracional. También olvidan sus escándalos sexuales cegados por sus promesas de redención, al grado que “perdonan” que le guste manosear a las mujeres y fanfarronee sobre eso ante el mundo entero.
Los grupos que lo apoyan no están desempleados, no tienen hambre, son gente acomodada que cree en la supremacía racial.
Ellos van detrás de algo parecido a lo que predicó Hitler, quien convenció a muchos alemanes que el color de la piel, ojos y cabello les convertía en una raza superior.
Con todo y todo, creo que Trump sabe que va a perder las elecciones, pero él tiene otros planes.
Me atrevo a lanzar una profecía y que se tenga en cuenta la fecha en que lo hago: Pronostico que Trump fundará un partido político aparte.
Por eso, en media campaña, se acaba de pelear con toda la dirigencia del Partido Republicano –su propio partido- declarando que “se había liberado de las amarras”.
Lo que podría parecer un suicidio político es, en realidad, el primer paso hacia su propio partido, ese es su “seguro de vida político”.
Apenas pierda va a denunciar que le robaron las elecciones (ya anticipó que sólo aceptará el resultado si él es el ganador), dirá que le traicionaron y quién sabe cuántas mentiras más, todo como parte de su plan.
Aún países ricos y supuestamente cultos pueden ser “dormidos” por un discurso populista, ni siquiera los Estados Unidos está vacunado.
Adjunto una pequeña lista de Presidentes y Dictadores que se hicieron del poder fundando otro partido: Chávez, Perón, Fidel Castro, Hitler, Ortega, Mao, Mussolini; ningún demócrata entre ellos.
Se cumplirá mi profecía?