Tegucigalpa – El Tribunal de Sentencia programó para el 27 de abril de 2017 el juicio oral y público en el proceso incoado contra el empresario sampedrano Jaime Rolando Rosenthal Oliva.
El Ministerio Público acusa al empresario sampedrano de suponerlo responsable del delito de fraude, en perjuicio del ciudadano Steffen Binoder.
En la audiencia realizada en la Sala III del Tribunal de Sentencia se presentó la carga probatoria, que será valorada en el juicio para determinar la responsabilidad penal de Rosenthal Oliva o en su defecto su inocencia por el delito imputado.
Según las investigaciones, la familia Binoder Colindres decidió adquirir una vivienda por lo cual se abocaron a la Inmobiliaria Villa Santa Elena S.A. DE CV, cuya principal actividad es la construcción; luego de ver los proyectos habitacionales decidieron comprar a la inmobiliaria antes mencionada dos lotes de dinero por la cantidad de dos millones 44 mil 770. 20 lempiras y decidieron contratar dicha empresa para construir el inmueble valorado en dos millones 381 mil 127.70 lempiras, en la urbanización Villa Santa Elena ubicada en la aldea Guasculile, jurisdicción del Distrito Central.
El ofendido recibió la infraestructura, sin embargo dos meses después se percató que la misma presentaba problemas por lo que presentaron los debidos reclamos a la inmobiliaria, quienes realizaron las reparaciones de manera superficial, no así en la falla por lo que el problema continuó.
En ese sentido, Steffen Binoder presentó la denuncia ante el Ministerio Público con los medios de prueba contra la Inmobiliaria Villa Santa Elena S.A de CV, aduciendo que el inmueble fue entregado sin reunir las condiciones establecidas, teniendo conocimiento que la falla se originó en el subsuelo donde se construyó la vivienda.
Tras presentar la falla en la infraestructura el ofendido se vio obligado a abandonar la vivienda y rentar otra residencia.
Jaime Rosenthal fue solicitado en extradición por Estados Unidos, por el delito de blanqueo de capitales ligado al narcotráfico. Su hijo, Yani y su sobrino, Yankel, enfrentan procesos judiciales en la Unión Americana por los mismos ilícitos.
