Managua – El autor nicaragüense de novela negra, Arquímedes González, se declaró hoy «inmensamente feliz» porque su «padre literario» Sergio Ramírez fue galardonado con el Premio Cervantes 2017, considerado el Nobel de literatura en castellano.
«Desde la revista literaria El Hilo Azul, de la cual soy editor, saludamos y nos sentimos inmensamente felices del reconocimiento con el Premio Cervantes a nuestro director Sergio Ramírez», escribió González, ganador del IV Premio Internacional de Relato Negro en España en 2011 y del II Premio Centroamericano de Novela Corta de Honduras en 2010, en su cuenta de la red social Facebook.
El escritor nicaragüense, conocido como uno de los mayores representantes de la novela negra en la región con obras como «La muerte de Acuario», «El fabuloso Blackwell», y la trilogía «Abril hace lo que quiere» («Rosas negras, infierno blanco», «Sueño con dragones» y «El Juicio final»), sostuvo que para él, Ramírez, es «un padre literario».
El flamante Premio Cervantes 2017 es «un guía en calidad y quien generosamente escribió dos prólogos de mis novelas La muerte de Acuario y Qué sola estás Maité», continuó González, también autor de «Tengo un mal presentimiento», «Clases de natación», y «Dos hombres y una pierna», esta última ganadora del Premio Centroamericano de Novela Rogelio Sinán de Panamá 2012.
El nicaragüense Sergio Ramírez fue galardonado este jueves con el Premio Cervantes 2017, lo que le convierte en el primer escritor centroamericano reconocido con este galardón.
El fallo del jurado hecho público este jueves por el ministro de Educación, Cultura y Deporte de España, Íñigo Méndez de Vigo, resaltó que Ramírez (1942) ha sido galardonado por reflejar en su literatura «la viveza de la vida cotidiana, convirtiendo la realidad en una obra de arte».
Dotado con 125.000 euros (147.500 dólares), esta edición del premio ha vuelto a cumplir la ley no escrita que reparte el galardón de forma alternativa entre Latinoamérica y España.
Tras siete votaciones y más de tres horas, el jurado concedió el premio a Ramírez «por aunar en su obra la narración y la poesía y el rigor del observador y el actor, así como por reflejar la viveza de la vida cotidiana convirtiendo la realidad en una obra de arte, todo ello con especial altura literaria y en pluralidad de géneros, como el cuento, la novela y el columnismo periodístico».