Tegucigalpa – Cada mes miles de hondureños emprenden la ruta migratoria en busca de cumplir el denominado “sueño americano” en Estados Unidos, considerado el país de las oportunidades, mismas que buscan los inmigrantes.
– Subidos durante días al techo del tren o en los espacios entre vagones, los migrantes de la Bestia apenas descansan.
– Es el cansancio, en la mayoría de los accidentes que traiciona a los indocumentados que pierden el equilibrio y resbalan de la Bestia.
No obstante, los obstáculos de la travesía son muchos y las oportunidades pocas. Una de las mayores dificultades que enfrentan los indocumentados es viajar en el tren de carga llamado la “Bestia”, el cual recorre el territorio mexicano de sur a norte por lo que es utilizado por los inmigrantes para acortar distancia.
Este tren ya ha cercenado las extremidades de más de 500 hondureños, según datos registrados por organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes.
Los últimos casos que se reportaron datan de la última semana en la que un hondureño perdió una extremidad y otro perdió la vida tras sufrir un accidente al intentar subir al lomo de la Bestia.
Víctimas de la Bestia
La última semana se reportó dos accidentes en dicho tren, ambas víctimas de nacionalidad hondureña, según reportes de prensa.
En el primer caso, se conoció que el hondureño Edwin Ramos Santana transitaba sobre la Bestia cerca de la estación de “Rinconada”, en el municipio de Mazapiltepec de Juárez, en el Estado de Puebla, cuando resbaló.
Las ruedas de la máquina le cercenaron las dos piernas a la altura de la tibia, como resultado de su pérdida de equilibrio y posteriormente resbalar del tren.
Un escenario más trágico tuvo el segundo caso reportado, se trata de un accidente similar pero con resultado mortal.
Octavio Alfredo Padilla, originario de San Lorenzo, Valle, en el sur de Honduras también viajaba sobre el lomo del tren y cayó del mismo, pero las ruedas cruzaron su cuerpo a la altura del ombligo. Ante la mirada atónita de decenas de indocumentados, el catracho expiró.
Casos registrados
Sor Lidia Mara Silva de Souza.En una entrevista concedida a este medio de comunicación la coordinadora de la Pastoral de Movilidad Humana de la Iglesia Católica, Sor Lidia Mara Silva de Souza señaló que hasta agosto se registraban 15 casos de hondureños mutilados.
No obstante, la Comisión Nacional de Apoyo a Migrantes Retornados con Discapacidad (Conamiredis) documenta desde el 2009 más de 500 casos de hondureños mutilados mientras intentaban cumplir el “sueño americano”.
“La ayuda que nosotros promovemos viene de la iglesia, todos somos hermanos, para la iglesia no existen fronteras y por solidaridad tenemos que compartir con los que más necesitan y los que más necesitan son los migrantes”, comentó la religiosa.
Los departamentos de donde procede la mayor cantidad de retornados con discapacidad son Francisco Morazán, Yoro, Cortés y Comayagua, según estadísticas de Conamiredis.
Ruta
Buena parte de los migrantes que cada año recorren México -Amnistía Internacional calcula que unos 400 mil al año- suben al tren carguero en Tenosique (Tabasco) o Tapachula (Chiapas).
Los puntos a los que llegan estas personas, en su mayoría procedentes de Guatemala, Honduras y El Salvador, una vez alcanzan la frontera del norte son diversos, dependiendo de si optan por la ruta del Pacífico (oeste), la central o la del Golfo (este).
En Tijuana está el muro con EEUU, Nogales es sinónimo de duras jornadas en el desierto y el este implica cruzar el Río Bravo.
Los caminos que recorren los migrantes pueden llegar a sumar tres mil kilómetros; la ruta del Golfo, que finaliza en el estado de Tamaulipas, es la más rápida y la más peligrosa, por la presencia de grupos del crimen organizado.
Conociendo lo anterior, miles de inmigrantes optan por acortar distancia subiendo al lomo de la Bestia, aunque el precio podría ser una mutilación o la propia vida.
