“Outsiders” en América Latina, un salto al vacío

Tegucigalpa – De la esperanza al terror. Llegaron con la aureola de lo nuevo y desconocido que prometían el ansiado nuevo amanecer latinoamericano, pero al final de la jornada la oscuridad continuó reinando en los países que creyeron haber encontrado la luz que los iluminaría en el camino al progreso.

Esos son los “outsiders” de la política regional, que surgieron tras el desgaste y la corrupción en los partidos políticos tradicionales, y que usualmente son presentados como los salvadores de las patrias.

Pero en la mayoría de los casos, esas opciones a las cuales se adhirieron los votantes latinoamericanos concluyeron con una crisis mayor a la que buscaban evitar, ya que los casos de corrupción siempre salpican en los gobiernos de un “outsider”.

Además de la corrupción, los “outsiders” son conocidos por la faltad e respeto a la institucionalidad y los órganos del poder, por lo que impulsan el desmantelamiento de las instituciones, como los casos de Alberto Fujimori en Perú y Jorge Serrano Elías en Guatemala, que cerraron el Congreso y la Corte Suprema de Justicia (CSJ).  

Estos recién llegados a la arena política han logrado concitar la voluntad de los electores, pero la historia ha demostrado que sus administraciones han sido un fracaso y un desencanto entre las mayorías que los llevaron al poder.

Un “outsider” es un novato en política, pero no todos los debutantes  son “outsiders”. Tienen que emerger de fuera del “sistema”, como lo hicieron los exmandatarios Alberto Fujimori de Perú y Hugo Chávez en Venezuela y más reciente el presidente Jimmy Morales de Guatemala.

La presencia de estas figuras toma alguna fuerza en Latinoamérica donde se ven intentos de empresarios, figuras de la farándula, periodistas, cómicos y deportistas en la búsqueda de espacios de poder político.

En Honduras, en los últimos dos procesos electorales y con mayor énfasis en el actual, las planillas de diputados están colmadas de esta nueva especie de ciudadanos en la búsqueda de una curul parlamentaria.

Igualmente, un candidato presidencial que emergió enarbolando la bandera anticorrupción e incluso fundo un partido, Salvador Nasralla, actualmente ocupa la candidatura presidencial por la coalición de dos partidos, más su aporte individual.

La carrera de Nasralla como “outsider” duró apenas para participar en un proceso electoral, en el segundo intento parece haberse dado cuenta de la necesidad de abandonar su plataforma de lobo solitario para adherirse a la izquierdista ideología del partido Libertad y Refundación (Libre), cuyo jefe es Manuel Zelaya.

Candidatos irreverentes

Chano riveraEl estratega político, Mario Enrique “Chano” Rivera Callejas, citó el caso del actual mandatario guatemalteco Jimmy Morales, quien en este momento tiene un 17 por ciento de aprobación en apenas un año en el poder convirtiéndose en el mandatario más impopular del vecino país, además de enfrentar una profunda crisis política tras intentar boicotear a una misión internacional que opera en Guatemala para combatir la corrupción.

“Chano” Rivera también citó como “outsider” al exmandatario panameño Ricardo Martinelli, quien está a punto de ser extraditado desde Estados Unidos a su país para enfrentar cargos.

Rivera Callejas refirió que él manejo la campaña política de Jorge Serrano Elías en Guatemala, quien era un completo desconocido, aunque había trabajado como ministro de la Presidencia de Efraín Ríos Montt, y las encuestas le daban apenas un 3 por ciento, y las mayores fuerzas eran el candidato oficialista Álvaro Arzú de la Democracia Cristiana y el periodista Jorge Carpio Nicolle quien también era un “outsider” de la Unión del Cambio Nacional (UCN).

Rivera Callejas también se refirió al caso de Martinelli, quien participó una vez y le fue muy mal, pero después manejo mejor su campaña y dijo: «estos dos partidos panameñista y el PRD de Manuel Antonio Noriega y de Omar Torrijos, son corruptos y yo no y con eso se robó el corazón de la gente  porque tenía algo más, era un “outsider” y tenía plata».

En ese sentido, los “outsiders” llegan al poder, pero una vez ahí terminan mal, especialmente vinculados a actos de corrupción y hacen cosas que son inconcebibles, analizó Callejas.

Incumplimiento de promesas

«Llegan al poder, se olvidan de sus promesas de campaña y cometen lo que cometen, tal es el caso de Fujimori, Serrano Elías, Martinelli y Jimmy Morales, quien ya ha sido señalado por la Fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG)», acotó el estratega político.

Se refirió también a otro “outsider” en Perú, que fue el escritor Mario Vargas Llosa, quien era considerado un buen candidato para derrotar a Alan García de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), pero como no tenía estructuras,  cometió el error de juntarse a los partidos tradicionales de derecha, y entonces al contaminarse perdió el encanto de “outsider” y de pronto surge un japonés llamado Alberto Fujimori diciendo «yo soy cambio» y la gente se inclinó hacia él porque no quería que los otros dos ganaran.

Rivera Callejas también citó el caso del mandatario estadounidense Donald Trump, un “outsider” que a siete meses de haber asumido el poder guarda mínimos  niveles de aceptación popular y con graves crisis políticas y de gobernabilidad, algunas de las cuales ya le pasan factura.

Asimismo, se refirió al caso del expresidente salvadoreño Mauricio Funes, quien era un periodista muy conocido, por lo que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), decidió llevar a este “outsider”, sin pedigrí en la izquierda, como su candidato presidencial.

Ahora Mauricio Funes se encuentra en Nicaragua protegido por el mandatario de ese país Daniel Ortega y huye de la justicia de El Salvador, donde es acusado por corrupción y enriquecimiento ilícito por la Fiscalía del país vecino.

En el caso de Salvador Nasralla en Honduras, Rivera Callejas considera que el candidato presidencial de la Alianza Opositora ya no es un “outsider”, porque su apuesta política ahora es parte del sistema.

Agregó que ese segmento se desencantó y se decepcionó de la «izquierdización» de la campaña y eso le roba parte del encanto que tenía el comentarista deportivo y animador de televisión y por eso, según Rivera Callejas, en todas las encuestas su aceptación es negativa cuando hace cuatro años tenía alta favorable y poco negativo y hoy es a la inversa.

 

 

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