Tegucigalpa / San Pedro Sula – Porque la empresa Aguas de San Pedro les está aplicando una tarifa comercial al centro de rehabilitación y no resolver con la alcaldía la deuda pendiente que es superior a los 300 mil lempiras por lo que les cortaron el suministro de agua, el Proyecto Victoria en San Pedro Sula no podrá seguir funcionando.
Al no poder atender los requerimientos básicos, mediante un comunicado, el Proyecto Victoria informa que se ha visto en la necesidad temporal de tramitar el traslado de todos los pacientes a Tegucigalpa la próxima semana y suspender temporalmente la atención permanente en esa ciudad hasta que las autoridades municipales y de derechos humanos resuelvan el problema, solo funcionará para realizar los ingresos y casos ambulatorios.
“Denunciamos a la opinión pública nacional e internacional la violación que a los derechos internacionales que comete Aguas de San Pedro y la forma abusiva en que una empresa privada maneja este servicio violentando la Constitución de la República y los convenios internacionales privando a la municipalidad de sus facultades y convirtiendo un bien común en negocio actuando sin escrúpulos y de forma mercantil abusiva”, puntualiza el comunicado suscrito por el reverendo Mario Fumero, fundador de las Brigadas de Amor Cristiano y del Proyecto Victoria.
Mientras tanto, en San Pedro Sula, César Murillo, uno de los líderes del Proyecto Victoria en esta ciudad, detalló que en ese centro de rehabilitación para drogadictos y alcohólicos que viene funcionando desde 1980, actualmente hay 30 personas que están con las maletas hechas para trasladarse e Tegucigalpa debido a la crisis del agua.
En ese sentido, Murillo hizo un llamado a la conciencia de los empresarios, a los diputados del departamento de Cortés y a los ejecutivos de Aguas de San Pedro, para que ayuden a ese centro de refugio que por casi 40 años ha estado en esta ciudad como un lugar de esperanza y de cambio para los jóvenes en la costa norte.
“Hoy nos encontramos en esta triste situación; a diario vienen jóvenes a tocar la puerta agobiados por el flagelo de las drogas y el alcohol y lamentablemente se les va a decir que las puertas están cerradas; señores de Aguas de San Pedro, les hacemos un llamado que nos ayuden con este problema del agua porque aquí no es un centro comercial, no es un restaurante sino un lugar de refugio para todos esos jóvenes que están destruidos por las drogas y el alcohol”, apeló.