spot_imgspot_img

Hondureños abarrotan cementerios entre los recuerdos y la esperanza

Tegucigalpa – Hoy, Día de los Fieles Difuntos, fecha sagrada donde el velo entre la vida y la muerte se adelgaza, miles de hondureños abarrotaron los camposantos con flores, velas y oraciones que fueron depositadas en las tumbas entre el recuerdo y la esperanza.

En medio de la nostalgia que aprieta el pecho, brota una esperanza tenaz para todos los hondureños que hoy honraron a los que ya partieron del mundo terrenal.

Desde el amanecer, las avenidas que llevan a los cementerios generales de Tegucigalpa, Comayagüela y San Pedro Sula se llenaron de familias enteras.

Madres con rosarios entre los dedos, niños que por primera vez preguntaron por el abuelo ausente, y jóvenes que, entre selfies y anécdotas, redescubrieron historias olvidadas.

La muerte no tiene la última palabra

El cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez centró su mensaje dominical en la festividad del Día de Difuntos.

No los podemos abrazar físicamente, pero los abrazamos con la memoria, la gratitud y la oración. Recordar no es quedarse en el pasado, es reconocer que el amor que vivimos con nuestros seres queridos sigue vivo.

“El dolor que sentimos cuando alguien muere está profundamente ligado al amor, solo se llora por quien se ama, no por desconocidos”, externó.

No obstante, enfatizó que la muerte no es el fin, es la continuidad del camino hacia el encuentro con el Señor Jesús.

“Todo sufrimiento, enojo, tristeza y miedo son realidades que pertenecen a esta vida, después de la muerte las almas justas entran a una realidad divina donde ya no hay dolor y no hay llanto”, acotó.

A renglón seguido, dijo que el Día de los Difuntos no debe ser un día de dolor y ni de tristeza, sino de consuelo.

“Creemos que la muerte no tiene la última palabra, nuestros seres queridos no están perdidos, están en Dios”, zanjó.

“Cuiden sus madres”

Cuiden a sus madres, es el principal consejo que se escuchó hoy en todos los cementerios del país.

La hondureña Diana Pérez, de oficio enfermera, salió del turno nocturno directo a un cementerio capitalino para visitar la tumba de su madre que hace cuatro años partió de este mundo.

“Cuiden a su madre quienes la tienen, esta es una pérdida que nunca se puede reponer”, aconsejó.

El mismo consejo se replicó en todos los cementerios del país, donde hoy los hondureños pasaron su domingo entre la nostalgia del recuerdo y la esperanza del futuro encuentro.

Un abrazo hasta cielo

Fanny López, es otra capitalina que perdió a su madre y hoy entre lágrimas dijo que solo desea enviar un abrazo a su madre hasta el cielo.

Confesó que la extraña, y dijo que llora de gratitud y alegría por el recuerdo de madre.

Compartió que su mamá era la enojada de su familia, aun así su partida, es un dolor que el tiempo no disipa.

Hoy en su memoria le envió un abrazo hasta el cielo, después de honrar la tumba en la que permanece.

Se activa el comercio

La fecha también fue propicia para muchos comerciantes que ofrecieron sus productos de temporada en las afueras de los camposantos.

Otros hondureños ofrecieron su fuerza de trabajo para acarrear material o para limpiar las tumbas.

En cualquier caso se trató de un día de reactivación del comercio ya que algunos hondureños pudieron llevar el pan a su casa producto de su trabajo en este día.

Políticos sin pausa

Entre tanto, los políticos no detuvieron sus agendas este fin de semana.

Los candidatos presidenciales continuaron con sus agendas, lo que demuestra que la campaña está en su auge.

Sin embargo, diversos sectores siguen criticando la falta de propuestas y la alta polarización y la apología del odio en la actual campaña política.

El debate se avivó el fin de semana después de la instalación de la Comisión Permanente en el Congreso Nacional el viernes, lo que ha provocado un rechazo total por los “fantasmas” del pasado que rondan a esta figura legislativa. (RO)

spot_img
spot_img
spot_imgspot_img

Noticias recientes

spot_img
spot_imgspot_img