Tegucigalpa – Los obispos hondureños manifestaron su respaldo a la continuidad de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad (MACCIH) y la Unidad Fiscal Especial Contra la Impunidad y Corrupción (UFECIC) por el tiempo que sea oportuno.
– Vivimos tiempos difíciles por la situación política, la economía, por la inseguridad y por la falta de empleo, remarcaron los obispos.
– La Conferencia demanda el surgimiento de nuevos líderes que “no estén contaminados con la corrupción y las alianzas con el crimen organizado y el narcotráfico”.
– “Esperamos que el sentido común de los poderes políticos, públicos y privados les haga comprender que para sacar a flote a nuestro país, la mayoría del pueblo ya no quiere contar con ellos ni cree en ellos”, afirmaron.
En su última reunión del 2019 realizada en Danlí (El Paraíso), la Conferencia Episcopal de Honduras coincidió que no es extraño que “gran parte de la población exprese su falta de fe y esperanza en nada y en nadie”.
Los líderes católicos reafirman su apoyo la MACCIH, UFECIC, CNA (Consejo Nacional Anticorrupción) y las instituciones que luchan contra este flagelo.
En un comunicado que leyó el portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Ángel López, apuntó que “si nos dejamos iluminar por los valores que Cristo nos enseña seremos capaces de cambiar el curso de la historia de Honduras”.
“La llamada de Jesús a no escandalizarnos por su compromiso con los pobres y sus exigencias de justicia, verdad, libertad y solidaridad para todos, agudiza precisamente el escándalo y la vergüenza que provocan las actuaciones de los poderes del Estado. Dicho poderes, sobre todo el Congreso de la República y en contra de la ética política y la voluntad del pueblo al que no escuchan, se permiten decretar la corrupción, su propia inmunidad y además atacar a quienes quieren erradicarla como es la MACCIH, el CNA y algunos grupos de sociedad civil”, enfatizó.
El portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Ángel López.El grupo de obispos apoyan decididamente la continuidad de la Misión Anticorrupción de OEA “por el tiempo que se considere oportuno hasta que nuestra institucionalidad esté lo suficientemente fortalecida e independiente”.
El padre Juan Ángel López aseveró que en la indignación de la sociedad vislumbran un motivo de esperanza porque lejos de desear que Honduras entre en una espiral de violencia, “lo que esperamos es que el sentido común de los poderes políticos, públicos y privados les haga comprender que para sacar a flote a nuestro país, la mayoría del pueblo ya no quiere contar con ellos ni cree en ellos”.
La Conferencia Episcopal aspira al surgimiento de nuevos líderes en todos los campos del quehacer cotidiano, que “no estén contaminados con la corrupción y las alianzas con el crimen organizado y el narcotráfico, líderes que tengan una visión moderna de hacer política y de devolverle a Honduras el prestigio que nunca debió perder”.
Finalmente desearon una temporada de fin de año en paz a toda la sociedad hondureña.
