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Colectivos piden a gobernador de Pensilvania no apoyar a ICE tras arrestos de migrantes

Nueva York – Colectivos de activistas por los derechos de los migrantes solicitaron este jueves al gobernador demócrata de Pensilvania, Josh Shapiro, que refuerce la política estatal que prohíbe a la policía local colaborar con agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) de EE.UU.

Esta petición se produce horas después de que 26 migrantes latinoamericanos fueran detenidos por ICE mientras se dirigían a sus puestos de trabajo en Pensilvania.

«Queremos que todos sepan que la gente está desapareciendo. Que el Estado haga desaparecer a la gente es un problema del que no estamos hablando. El miedo innecesario es un problema e impide que la comunidad viva una vida plena y productiva», indicó la reverenda Kate Heinzel, del Lutheran Advocacy Ministry, que es parte de la red de activistas.

Estas personas, que trabajaban en la construcción de un hospital, son en su mayoría originarias de México, así como de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. Actualmente se encuentran privadas de libertad en tres centros de detención ubicados en distintos condados de Pensilvania, según informaron hoy colectivos activistas en una conferencia de prensa.

Los arrestos, calificados como un acto de «terrorismo» por la reverenda Erin Jones, representante de la ONG Centre County Rapid Response Network durante su comparecencia, fueron realizados por agentes del ICE con la colaboración de un policía estatal, según testigos.»

Hasta el momento, ni los familiares ni los activistas han podido comunicarse con los detenidos.

Otro participante en la rueda de prensa, John, que se identificó como capataz y que viajaba en el primer coche detenido, fue puesto en libertad por contar con la ciudadanía estadounidense.

John recordó que cuando iban por la autopista una camioneta sin identificar y con luces intermitentes hizo que se detuvieran y que inmediatamente otra se colocó frente a su coche.

El agente de ICE se acercó a su ventana y le pidió una identificación, tras lo cual «empezaron a sacar gente uno por uno» del coche, les quitaron el teléfono y les preguntaron de dónde eran y si tenían permiso de trabajo.

Una hora después, a eso de las ocho de la mañana, otro coche en que viajaba otro grupo de migrantes, que trabajaban en la misma construcción del hospital, fue detenido.

Un abogado que pasaba por el lugar vio camionetas sin identificar y a seis agentes de ICE y se dirigió al lugar donde estaban para grabar parte de lo ocurrido.

Posteriormente, se comunicó con Centre County Rapid Response Network para denunciar la detención de los trabajadores.

Heinzel advirtió que hay miedo en la comunidad: «El miedo se propaga como un virus, manteniendo a las personas encerradas en sus hogares. Las escuelas abrirán la próxima semana. ¿Cuántos niños irán a la escuela todos los días centrándose menos en sus tareas escolares que en si sus padres los estarán esperando al final del día?», se preguntó.

Tras los arrestos, la comunidad se ha organizado para patrullar la zona y hacer frente a las acciones del ICE, además de orientar a los residentes inmigrantes sobre cómo actuar en caso de que se presente un agente de inmigración. EFE

(vc)

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