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Atarantulados

Dr. Ignacio Alonzo

Existen diferentes especies de tarántulas, desde las más venenosas hasta aquellas que son hasta inofensivas, sin embargo, tejen bien, pudiendo abarcar grandes espacios, de tal manera que pueden alcanzar hasta 600 metros de hilo continuo. Algunos científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona, aseguran que el hilo que tejen es fuerte, y hasta puede emplearse mucho tiempo para destruirse. En la década de los 80 él reconocido profesor Longino Becerra, escribió el Libro “Cuando las tarántulas atacan”, no obstante, él apuntaba a los niveles de persecución y represión que instauró el Estado como política de “seguridad nacional”. El abordaje que se da en este artículo no es cuanto, o cómo y el veneno de una tarántula que ataca, es, más bien, la forma silenciosa de cómo tejen y pueden envolver con la telaraña, hilos muy finos pero bien llevados y que pueden alcanzar como se señala arriba largas distancias. De ahí el título de este trabajo, atarantulados.

Lo anterior, supone entonces, que hay mucho tejido alrededor de lo que pasa en el mundo de la política alrededor de los discensos y desacuerdos al interior del CNE en Honduras, órgano electo por el Congreso Nacional de la República, el cual es el único que puede recibir la renuncia de cualquiera de sus miembros, en el tiempo y forma que corresponde. Hay tanta información y desinformación alrededor acerca de la disposición del cargo de una de las consejeras que nos tiene atarantulados a todos los hondureños, cosa que no es nada buena, de cara a las próximas elecciones del 30 de noviembre del 2025. Hemos presenciado cualquier cantidad de foros, entrevistas televisivas y redes sociales en donde hay opiniones apegadas a derecho y obviamente otras en las que salen los apasionamientos políticos partidistas, cómo naturalmente ocurre. Nadie puede negar entonces, que estamos en medio de una crisis política que podría terminar no tan bien para Honduras. Necesitamos de las cabezas y líderes de los diferentes partidos y desde el seno del Congreso Nacional, la sapiencia y la toma de decisiones para salir de esta telaraña que podría saberse el principio, más difícil de llegar a encontrar el fin, con esto, las divisiones, enemistades, insultos, diatribas y todo tipo de descalificación, lo cual sería funesto para el desarrollo normal de cada una de las instituciones del país. Está en peligro la próxima contienda general que está a solo cuatro meses.

Los países civilizados y desarrollados del Mundo, acuden a estos procesos con absoluto respeto a las instituciones, pues eso, hace que se vean ante el concierto mundial de las naciones, países confiables, sujetos de crédito, visitables, seguros e idóneos para tenerlos como aliados. Los ojos del Mundo están puestos en Honduras, esperando el curso normal y el cumplimiento de un cronograma electoral que permita a la Comunidad Internacional participar como observadores y garantes de unas elecciones llevadas a cabo de manera transparente con los más mínimos márgenes de error. Tanto los que viven en el extranjero, como los que vivimos aquí y que diariamente nos damos cuenta de cada cosa alrededor del tema político, esperamos que Honduras de la mejor cara y demuestre que la práctica de la democracia es cuando los pueblos eligen a quienes les parece y que todas esas malas prácticas del pasado, son pasado y solo se recuerda para no volverlo a repetir. Hay una generación que está entre los 15 y 40 años de edad, que no vivieron momentos difíciles y crisis políticas que todavía nos están pasando la factura por las amañadas acciones de gente que puso los intereses particulares y no los ideales más altos de nuestra amada Patria Honduras. Es el momento para que salgamos airosos y no airados de esta situación que nos tiene atarantulados en estos momentos.

Hacer historia es deponer caprichos, intereses, avaricia y ambiciones personales. A nuestro juicio esta democracia milenial que está construyéndose no se puede seguir manchando y destruyendo, empero, la corrupción, cualquier fraude fraguado o pensado, ideología malsana, caminos equivocados, banderas extrañas, malas copias de otras naciones que han fracasado, no nos llevan a ningún buen destino, ni mucho menos, a puerto seguro. Hoy más que nunca, deben aparecer los consensos y acuerdos por el bien de Honduras. La mediación silenciosa de católicos y evangélicos en una caminata histórica ecuménica al menos al caminar juntos, debe ser bien vista por todos los hondureños, y sin duda, que ya está siendo vista súper bien, desde el Vaticano y las diferentes conferencias y alianzas evangélicas alrededor del mundo. Nos parece que esta caminata debe ser interpretada con pinzas hermenéuticas, correctas exégesis y no eixégesis, es decir, no diciendo más de lo que se debe decir del interés que tiene la caminata, que no es más que un clamor silencioso manifestado en una acción de oración sincera y ferviente, por vivir en paz y democracia legítima.

Honduras se merece mejores tiempos, tenemos que superar las estadísticas que nos ubican en los últimos lugares de escolaridad, en los primeros lugares de corrupción, en inestabilidad política histórica desde hace dos siglos, con un sistema sanitario en la precariedad, con los estadios de pobreza e indigencia insospechados, con tasas de natalidad en menores, abusos sexuales, tráfico de drogas, crimen organizado, asesinatos y masacres en hombres y en mujeres bastante considerable. Una sociedad hondureña postergada por décadas y dejada en el olvido, grita hoy justicia social y respeto por lo más elemental que es la vida. Las próximas generaciones vienen y deben encontrar algo mejor de lo que nosotros hemos venido arrastrando, lo cual, no es justo para ellos ni para nosotros. Hay un llamado de lo más entrañable de la población que permita el desarrollo humano básico y sostenible, heredándole principios, valores e ideales democráticos que permitan alcanzar los lugares cimeros al menos en la región centroamericana que sería lo más próximo que tenemos por alcanzar y superar. Cuando leemos la historia de Honduras y se constata que un hondureño escribió el Acta de Independencia de Centroamérica y que otro fue presidente, debemos preguntarnos: ¿Qué pasó con el Liderazgo hondureño?. Recordemos que el Estado hondureño no solo, es territorio, es leyes y personas, por lo tanto, no permitamos seguir atarantulados y alcanzados por una telaraña que no nos lleva a nada. Busquemos los consensos, sentémonos y privilegiemos el diálogo respetando la horizontalidad y no posiciones verticales e intransigentes, concertemos en forma civilizada, sin insultos e improperios, peleas en los debates, y en las redes sociales, que también nos tienen atarantulados y enredados.

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