Tegucigalpa – La ex jueza de Paz y actual defensora pública, Iris Azucena Argueta (32), murió en las últimas horas en el Hospital San Francisco de Juticalpa, Olancho, zona oriental de Honduras. Minutos antes la profesional del derecho había recibido un atentado en el parque central de Catacamas y pereció por la gravedad de sus heridas.
– Ocho disparos le provocaron la muerte a la ex jueza.
– 83 abogados murieron violentamente en Honduras en los últimos cinco años.
La información fue confirmada por el subdirector de la Defensa Pública, Omar Galeano, quien lamentó el deceso de su colega y añadió que “hoy nos toca a nosotros, hace 15 días le tocó a la Fiscalía, esto es un aviso y hay que tomar cartas en el asunto”.
Argueta recibió un ataque armado la tarde de este jueves en el parque central de Catacamas, luego de salir de trabajar. En el momento que se disponía a tomar un helado junto a otra mujer fue atacada por sujetos que se conducían a bordo de una motocicleta, relataron testigos del hecho criminal.
Gravemente herida, la malograda profesional del derecho fue trasladada al Hospital San Francisco de Juticalpa, Olancho, donde murió en el momento que era intervenida quirúrgicamente.
De acuerdo a declaraciones del presidente del Colegio de Abogados de Honduras (CAH), José Luis Valladares, la ex jueza de paz recibió ocho impactos de bala.
“Cuántos cajones más (ataúdes) tienen que pasar para que le asignen seguridad a los jueces, a eso que están en primera línea, esos que dicen: te condeno a 20 años, ese es el que está en riesgo y no los concejales grandes cantidades de dinero, que caminan en Prados blindadas con toda la seguridad”, criticó.
De su lado, el subdirector de la Defensa Pública, Omar Galeano, recordó que Iris Argueta pertenecía a la coordinación regional de la zona oriental y estaba asignada a la sede de Catacamas.
“Era una persona estudiosa, que se desempeñó como jueza de Paz… la recuerda como alguien muy acuciosa en sus casos. Era muy amigable y sabía acatar las órdenes de sus superiores”, citó.
A la consulta si la muerte de la profesional del derecho se debe al ejercicio de su profesión, Galeano mencionó que “desconozco esa situación, la Fiscalía debe averiguar qué casos conocía”.
Este suceso se produce un día después que el Congreso hondureño aprobó reformas que permiten endurecimiento de las penas para los que atenten o maten a operadores de justicia.
En sesión a puerta cerrada y casi con el apoyo unánime de todos los diputados, el Congreso Nacional aprobó la noche de este miércoles, una reforma al Código Penal mediante la cual se incrementan fuertemente las penas de reclusión en los delitos que se cometen contra jueces, fiscales, es decir los operadores de justicia en su totalidad.
La reforma abarca a los titulares de los tres poderes del Estado, los miembros del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad al igual que sus familiares y también a propuesta de un legislador se incluye a los diputados, testigos protegidos y el director de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI).
El pasado 10 de octubre, hace dos semanas, dos fiscales fueron asesinadas en San Pedro Sula, al momento que se conducían en su vehículo por un populoso bulevar de la ciudad.
Las víctimas, la ex coordinadora de fiscales de SPS, Marlene Banegas; y su acompañante, la fiscal del Medio Ambiente, Olga Patricia Eufragio, fueron acribilladas por sujetos desconocidos.
Además, la semana anterior un nuevo ataque contra operadores de justicia cobró la vida del director del centro carcelario del barrio Inglés de La Ceiba, Yadín Zepeda Escobar, quien fue acribillado en el sector El Higuerito, zona atlántica hondureña.
Informes del Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh), contabilizan 84 muertes violentas de profesionales del derecho en los últimos cinco años, incluyendo a la ex jueza Argueta.