Roma – Un maratoniano dispositivo de salvamento coordinado por las autoridades marítimas de Italia terminó hoy con el rescate de todas las personas que quedaban en el ferri «Norman Atlantic», incendiado el domingo entre Grecia e Italia.
Tanto la Marina como el servicio nacional de guardacostas informaron en sus respectivos perfiles de Twitter del avance de las labores de rescate en alta mar, que concluyeron finalmente hoy pasado el mediodía.
A bordo de la embarcación solo permanecieron el capitán, Argilio Giacomazzi, que la abandonó a las 14:50 hora local (13:50 GMT), y personal de la Marina Militar, que tratarán ahora de determinar las causas de lo ocurrido.
La tragedia ha provocado al menos ocho víctimas mortales, confirmadas por las autoridades italianas, y las labores de identificación de los cadáveres ya han comenzado.
La ministra de Defensa italiana, Roberta Pinotti, explicó a la prensa que en total se rescató a 427 personas pero ni ella ni el ministro de Infraestructuras y Transportes, Maurizio Lupi, se pronunciaron sobre la existencia de desaparecidos, 38 según los medios griegos.
«Hacer previsiones sobre el número de desaparecidos (…) nos parece absolutamente prematuro», dijo Lupi, quien indicó que una eventual discrepancia entre listas de pasajeros y el número de rescatados mencionada en esos medios de comunicación puede deberse a que algunos correspondían solo quizás a billetes reservados.
La ministra Pinotto dijo no obstante que el dispositivo puesto en marcha seguirá buscando en la zona por si hubiera desaparecidos.
El suceso del «Norman Atlantic» comenzó en torno a las 4:00 locales (2:00 GMT) del domingo, cuando se desató un incendio en la bodega del transbordador, que albergaba 222 vehículos entre camiones, autobuses y coches privados.
Según los medios, en la nave viajaban 478 personas -56 de ellas de la tripulación-, 268 de nacionalidad griega, 22 italianos y el resto mayoritariamente turcos, alemanes y franceses, pero ningún español o latinoamericano.
Sin embargo, las cifras pueden variar debido a la presencia de polizones que viajaban de forma clandestina en la nave siniestrada, según reconoció el propio primer ministro italiano, Matteo Renzi, quien informó hoy a la prensa de la evolución del rescate.
Las llamas y el humo se propagaron con rapidez por las bodegas, lo que hizo que el barco quedara a la deriva, próximo a las costas de Albania y zarandeado por el fuerte oleaje que sacudió durante las últimas horas este área meridional del Adriático.
En primer lugar, la nave tuvo que ser fijada para facilitar el salvamento de los supervivientes, por lo que fue amarrada a un remolcador desplazado a la zona de operaciones.
Acto seguido se procedió a sofocar el incendio, cuyas llamas eran ya visibles desde el exterior de la nave al asomar por sus ventanas.
Esta operación se llevó a cabo con agua proyectada desde otros barcos y podría suponer el hundimiento del «Norman Atlantic» ya que actualmente, y por el peso del agua empleada, presenta una inclinación de diez grados, según informó Renzi.
Los náufragos, provistos de chalecos salvavidas, permanecieron acorralados en la terraza de la nave, en la proa, a la espera de ser socorridos.
Las autoridades de Grecia, Italia y Albania colaboraron en el dispositivo de salvamento, que se ha desarrollado sin prisas pero sin pausa a causa de las condiciones adversas que presentaba el mar, con olas de hasta seis metros de altura y vientos que alcanzaron los 50 nudos.
Para ello se puso en marcha un puente aéreo desde las naves desplazadas al lugar del siniestro a puertos como los italianos de Otranto, Brindisi o Bari o el heleno de Igoumenitsa.
Además de los medios logísticos puestos a disposición por Grecia, Italia y Albania, la operación también contó con la participación de mercantes de pabellón de Singapur, Malta, Italia o Liberia.
Renzi ensalzó la figura del comandante Giacomazzi, quien decidió ser el último en abandonar el barco, y dijo tener el corazón «lleno de dolor» por la tragedia.
«Se ha escrito una página interesante y bella sobre la seriedad pero también una página dramática por lo ocurrido y que llena el corazón de dolor por las víctimas», dijo.
Quedan ahora por esclarecer las causas del suceso y por esta razón la Fiscalía de Bari (sur de Italia) ha abierto una investigación para determinar si se puede considerar «naufragio culposo».
Lo que se trata de esclarecer es si el transbordador, fletado por la naviera griega ANEK», estaba en condiciones de navegar.
Medios como «Il Corriere della Sera» aducen que, a tenor de la última revisión del barco, el 19 de diciembre pasado, la nave presentaba una serie de deficiencias en sus sistema de cortafuegos y en el sistema de señalización en casos de emergencias.