– La arriesgada misión fue suspendida por debido a la fragilidad del terreno. Las labores continuarán este domingo a las 7:00 de la mañana.
En ese sentido, se acordó reanudar el rescate este domingo a partir de las 7:00 de la mañana para lo cual se hacen preparativos a fin de agilizar el ingreso hasta la profundidad de la mina donde se encuentran atrapados los ocho trabajadores artesanales.
El titular de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Moisés Alvarado, dijo en conferencia de prensa que los socorristas están haciendo lo que humana y profesionalmente se puede hacer en un trabajo que calificó como «muy complicado».
Añadió que la responsabilidad de todos en el sitio es «rescatar» a los ocho hombres atrapados, «sin poner en riesgo la vida» de los que participan en su búsqueda.
Alvarado lamentó que en el interior de la mina «no hay ningún tipo de condiciones» para alguien que quiera ganarse la vida de manera digna.
Calificó de «irresponsabilidad» las condiciones bajo las que pobladores de la zona arriesgan su vida buscando oro y otros minerales para subsistir.
Ultiman detalles
En el lugar, el sábado un grupo de ocho personas integrado por miembros del Cuerpo de Bomberos y mineros de la zona, ingresaron con tanques de oxígeno al interior de la mina conocida como Cuculmeca a fin de colocar madera para apuntalar el túnel y se puede ingresar con menos riesgo este domingo.
El propietario de la mina, Virgilio Gúnera, explicó a los periodistas, que cuatro mineros y cuatro bomberos se introdujeron la tarde del sábado hasta el interior de la bocamina para hacer una inspección y ultimar detalles a fin de reforzar la mina con madera para retomar el rescate a primera hora del domingo mediante acciones más intensas para sacar los cuerpos de los mineros que se espera estén con vida.
“Esperamos que ocurra otro milagro como el que sucedió con los otros tres mineros que fueron rescatados con vida el viernes, quienes ya se encuentran gozando de buena salud junto a sus familias”, expresó Gúnera quien manifestó que ya se siente cansado pues tiene 54 horas de no dormir.
Por precaución el sábado se decidió desalojar de las cercanías de la boca mina a familiares, periodistas y otras personas, debido a la presión que se ejerce sobre el terreno cuyas condiciones son peligrosas, aunque el clima fue benévolo ya que no llovió como ocurrió el viernes.
El sábado por la tarde llegó hasta este lugar, en representación del gobierno, la designada presidencial, Rossana Guevara, para reiterar a los familiares de los mineros el apoyo de la administración del presidente Juan Orlando Hernández Alvarado.
Guevara también participó en una misa a la que asistieron los familiares, vecinos de El Corpus, miembros de los cuerpos de socorro y hasta periodistas, para pedir a Dios que los mineros sean rescatados con vida.
“Los vamos a sacar como sea”
En un principio los mineros artesanales no estuvieron de acuerdo con suspender la búsqueda de sus compañeros atrapados dentro de la mina, pero luego de una reunión con autoridades de Copeco y los representantes de los cuerpos de socorro nacionales y de Guatemala, estuvieron de acuerdo con detener el rescate y reiniciar la labor este domingo con mayores condiciones de seguridad.
Los mineros se tomaron de la mano y pidieron a Dios que sus compañeros sean rescatados con vida, aunque según las autoridades hay pocas esperanzas de sacar a los obreros atrapados a salvo, mientras la desesperación ha comenzado a invadir a los parientes, amigos y vecinos de los mineros.
“Por el momento se ha suspendido todo, las autoridades tomaron la decisión de clausurar las labores hasta este domingo cuando les estamos dando la opción de actuar, porque si no, nosotros vamos a actuar, eso es lo que hemos decidido, que vamos a sacar los cuerpos, los vamos a sacar, no sé cómo lo vamos a hacer, pero los vamos a sacar”, expresó el minero artesanal, Osman Maradiaga.
No obstante, Maradiaga manifestó que aunque las esperanzas no se pierden es muy difícil que sus compañeros sean encontrados con vida. “Yo creo que nosotros debemos ser realistas y tenemos que considerar este tipo de cosas, porque cuántas horas y cuántos días han pasado y en más de 78 horas, no creo que sobrevivan”.
Mengua la ayuda internacional
Para este domingo se espera la llegada de expertos procedentes de la mina El Mochito de Santa Bárbara, quienes se comunicaron con las autoridades para manifestar su disposición para participar en el rescate.
Asimismo, la búsqueda continuará con los rescatistas y expertos hondureños y guatemaltecos, pues el equipo de El Salvador partió el sábado, mientras que el gobierno de Chile determinó el sábado suspender el envío de una misión de expertos a Honduras, para apoyar la búsqueda de los ocho mineros soterrados.
«Durante la madrugada de este sábado el gobierno chileno tomó la decisión de suspender el viaje de los tres expertos nacionales que se iban a dirigir a Honduras, para apoyar las labores de rescate de ocho mineros que aún se encuentran atrapados en la mina de San Juan Arriba», publicó El Nacional de Chile.
Angustia y desesperanza
Los cuerpos de socorro de Honduras y Guatemala coordinan con Copeco y mineros, entre otros, familiares de los ocho atrapados esperan angustiados tener noticias de ellos, vivos o muertos.
María Cárcamo, madre de Edwin Geovanny Cárcamo, uno de los atrapados en la mina, dijo a periodistas que tiene «fe en Dios» de que su hijo, de 17 años, «está vivo».
Entre los socorristas lo que se presagia es lo peor, aunque todos afirman que no se irán del sitio hasta que hayan rescatado a los ocho hombres.
Los malos olores que se sienten en el área de acceso a la mina hacen presagiar a algunos socorristas y familiares de los ocho atrapados, que lo peor habría ocurrido, aunque todos abogan porque estén con vida
En ese sentido, desde el sábado las autoridades del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, han tomado las previsiones para atender los escenarios que podrían derivase de la crisis que mantiene atrapados a ocho de 11 mineros desde hace cuatro días.
Los forenses incluso están listos por si deben realizar autopsias en el caso de un desenlace fatal en el que los obreros artesanales que están aterrados en la mina de San Juan Arriba, El Corpus, Choluteca, zona sur del país, sean encontrados sin vida.