Tegucigalpa – La salida repentina del vocero de la MACCIH en Tegucigalpa, Juan Jiménez Mayor, tras ser descalificado por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha dado paso a una inusitada guerra interna donde la diplomacia, lo “políticamente correcto”, la cortesía y moderación han brillado por su ausencia.
La puerta se abrió no solo para dar espacio a las conjeturas sobre quien será el sucesor de Juan Jiménez Mayor ya que al par, los protagonistas de este episodio, desde el secretario Almagro, el ex vocero Jiménez y su asistente Julio Arbizú, empezaron a intercambiar mensajes en las redes sociales donde las acusaciones y señalamientos han pasado desde los más viscerales hasta acusaciones graves de corrupción y espionaje.
El señalamiento de Luis Almagro donde reafirma que la misión anticorrupción, tal y como ha venido actuando no favorece la verdadera lucha contra la corrupción que la OEA prometió impulsar en Honduras, obtuvo como respuesta, casi inmediata, la publicación también en Twitter del embajador Jiménez en la que llega hasta a publicar comunicaciones internas de la MACCIH en torno a la contratación de funcionarios que “trabajan” para ese organismo como base en Tegucigalpa, pero que hacen funciones no conocidas en la oficina de Washington.
No voy a polemizar con el Secretario General de la OEA.
Dos correos remitidos por mí a la OEA demuestran que la verdad nos hace libres. pic.twitter.com/fVuUJX17Nc
— Juan F Jimenez Mayor (@JuaJimenezMayor) 17 de febrero de 2018
El caso llegó al punto de que el colaborador del círculo número uno de Jiménez, Julio Arbizu, publicara el contrato asignado al mexicano, Jacobo Domínguez, quien salió de la misión en Honduras pero que ha seguido devengando salario en Washington.
Aquí el contrato del señor Jacobo Dominguez, pagado con dinero que debía ser para #Honduras, pese a la oposición y explícito rechazo de @JuaJimenezMayor y sin que Dominguez trabaje para la MACCIH. ¿Quién miente ahora?
Se les debe una explicación a los donantes y a Honduras. pic.twitter.com/xEFDbG9cYY— julioarbizu (@julioarbizu) 17 de febrero de 2018
Pero la situación se agravó este martes, cuando inicialmente se revelaron pleitos entre funcionarios internacionales de la MACCIH en los cuales el racismo y la xenofobia contra Arbizu quedaron evidenciados en una grabación que trascendió en redes sociales y que también deja ver como los mecanismos de espionaje son parte del ambiente en la misión.
Almagro tuiteó que investigará el caso y Arbizu aprovechó para desacreditar a sus presuntos detractores al tiempo que también pidió audiencia al secretario de la OEA, ambos en sendas reuniones, al otro lado del Atlántico.
Tomado conocimiento x denuncia realizada x Julio Arbizu se ha instruido al Inspector Gral y a Sec Asuntos Legales #OEA continuar investigacion sobre situación funcional #MACCIH, con énfasis en racismo y xenofobia. Medidas contra estas acciones deben ser fuertes y contundentes
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) 20 de febrero de 2018
Cuando emprendes una cruzada anticorrupción y te atacan los corruptos es comprensible. Cuando el que te ataca es quien debe respaldarte, es porque el río trae piedras. Y eso, más temprano que tarde, se va a saber. Honduras no merecía esto.
— julioarbizu (@julioarbizu) 16 de febrero de 2018
Pero los sobresaltos en Tegucigalpa llegaron a ser mayores cuando este martes, en un primer mensaje Julio Arbizu acusa a la representante de la OEA en Honduras, Claudia Barrientos de bloquear e interceptar su teléfono.
Señor Secretario General, estoy en el salón contiguo a su conferencia en Ginebra. La mía empieza en minutos. Su representante en Honduras ha anulado mi teléfono remotamente e intenta acceder a mi información. Me gustaría comentarle personalmente este caso de hostigamiento.
— julioarbizu (@julioarbizu) 20 de febrero de 2018
Poco después lo mismo hizo el ex vocero Jiménez Mayor, quien casi termina de hacer sus maletas para marcharse a su natal Lima en Perú, donde ha dicho que su familia le espera. Todo en el marco de mensajes en la red social Twitter.
Quería pasar la página y que acabe esta historia para bien de la @OEA_MACCIH. Pero debo comunicar la inferencia y violacion de mis comunicaciones por la representante Claudia Barrientos. Esta es el grupo de mi familia en Lima penetrado de forma ilegal. Hay alguna explicación? pic.twitter.com/rTHTYcUqY2
— Juan F Jimenez Mayor (@JuaJimenezMayor) 20 de febrero de 2018
A la par fotos y videos que muestran a personajes de la MACCIH en fiestas privadas, pasados de copas, acompañados de activistas políticos, e incluso saliendo de sitios en zonas vivas de la capital hondureña, en horas nocturnas, en medio de caravanas de vehículos, aderezan la historia donde el tema anticorrupción parece haber pasado a un plano menor.
Para sazonar la historia, el presidente de Bolivia, Evo Morales, también ha entrado a tuitear su opinión sobre la renuncia de Jiménez y ha desacreditado a Almagro, cobrándole factura por su posición frente a la crisis política que vive Venezuela.
Juan Jiménez Mayor renunció a la misión anticorrupción de Honduras de la OEA, denunciando que Almagro obstaculiza las investigaciones. Doble moral del Secretario General, acusa de antidemocrática a Venezuela y, sin embargo, protege a redes de corrupción en Honduras.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) 20 de febrero de 2018
Mientras los mensajes y las acciones de la Misión dejan una muestra de irreverencia para Honduras, un país que les confió la tarea de combatir la corrupción que afecta severamente al país, la guerra en redes sociales y lo que en ella trasluce, deja pocas esperanzas.