Washington.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió hoy acabar con el grupo yihadista Estado Islámico (EI) porque «la libertad es más poderosa que el miedo».
«Destruiremos al Estado Islámico», afirmó Obama en un discurso desde el Despacho Oval de la Casa Blanca televisado a la nación para hablar de terrorismo, al subrayar que su país está «en el lado correcto de la historia» y vencerá al terrorismo yihadista.
Obama calificó a los miembros del EI como «matones y asesinos» que forman parte «de un culto a la muerte», y llamó a no confundir a los radicales con el resto de musulmanes, quienes -advirtió- también sufren sus atrocidades.
El presidente estadounidense insistió en que los yihadistas «sólo representan una pequeña fracción de más de mil millones de musulmanes en todo el mundo», incluyendo a millones de «patriotas estadounidenses musulmanes que rechazan su ideología de odio».
En este sentido, Obama advirtió de que, para tener éxito en la lucha contra el EI, es necesario contar con las comunidades musulmanas como «los aliados más fuertes», en lugar de desdeñarlos con «la sospecha y el odio».
Para ello, remarcó, los líderes musulmanes de todo el mundo «tienen que seguir trabajando» para rechazar con decisión y de manera «inequívoca» la ideología de odio que grupos terroristas como el EI y Al Qaeda han promovido.
«La amenaza del terrorismo es real, pero vamos a superarlo. Vamos a destruir al EI y a cualquier otra organización que trate de hacernos daño», aseveró el mandatario.
«Nuestro éxito no dependerá de palabras duras, o del abandono de nuestros valores ante el miedo. Eso es lo que grupos como el EI están esperando. En su lugar, vamos a prevalecer por ser más fuertes e inteligente, fuertes e implacables», agregó.
El presidente imprimió de solemnidad su discurso al usar el poder simbólico del Despacho Oval como escenario para hablarle al país, algo muy poco habitual en el mandatario.
Obama sólo ha hecho desde el Despacho Oval dos alocuciones formales durante su Presidencia, la última de ellas en 2010 para anunciar el fin de las operaciones de combate de las tropas de EEUU en Irak.
El presidente dio el discurso después de la masacre cometida el pasado miércoles en San Bernardino por el estadounidense Syed Farook y su esposa, la paquistaní Tashfeen Malik, que irrumpieron en un centro de ayuda para discapacitados y abrieron fuego en una fiesta que se celebraba con motivo de la Navidad.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) investiga la radicalización de los autores del tiroteo, mientras que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) ha asegurado que los atacantes eran dos de sus seguidores.