Tucson (EEUU) – Los jueces de inmigración de EEUU han emitido en los últimos meses más de cinco mil órdenes de deportación a menores que llegaron al país durante la ola del verano pasado, pero otros 18.000 menores, la mayoría de Centroamérica, han continuado cruzando solos la frontera sur del país en el último año.
La Oficina Ejecutiva para la Revisión de Inmigración (EOIR) señaló que del 18 de julio de 2014 al 28 de abril de 2015 el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha entregado 29.449 notificaciones para presentarse ante un juez de inmigración a los menores que han entrado al país sin documentos legales.
De ese número, 23.919 menores ya han tenido su primera audiencia frente a un juez, 9.289 han completado el proceso y 5.699 terminaron con órdenes de deportación de los cuales 4.962 fueron emitidas en ausencia.
El Gobierno sabe cuántos niños no se han presentado a una audiencia en función del número de órdenes de expulsión que los jueces de inmigración emiten en ausencia, y que «todavía no han tenido una audiencia de méritos o individual», explicó a Efe Lauren Alder Reid, asesora de Asuntos Legislativos y Públicos de la EOIR.
La funcionaria agregó que la agencia considera como «prioridad» los casos de los menores, con el fin de que la primera audiencia ocurra entre los 10 y 21 días después de que la corte reciba la notificación.
Los números reflejan que la mayoría de los menores que ingresaron al país durante la crisis que generó la llegada de más de 68.000 niños sigue esperando o no sabe nada de sus casos.
«Hay muchas personas que están en el calendario para presentarse que aún no han tenido su audiencia, ellos pueden pedir salida voluntaria, ajuste de estado o cosas como esas», comentó Reid.
Según informó hoy a Efe un alto funcionario del Gobierno, la Administración Obama está comprometida a conseguir un proceso judicial migratorio «efectivo y eficiente».
«Necesitamos todos los elementos en el proceso judicial, incluyendo el número adecuado de jueces de inmigración, y el acceso idóneo a asesoría legal para lograr el objetivo de procesar las peticiones humanitarias en el tiempo adecuado», agregó.
Según explicó la misma fuente, hasta que la EOIR reciba más fondos para contratar más jueces y personal de apoyo, la lista de espera de 445.000 casos va a seguir creciendo.
En este sentido, la Oficina Ejecutiva para la Revisión de Inmigración ha lanzado varias iniciativas y programas para la reducción de casos pendientes, entre ellos facilitar más información a los inmigrantes sobre sus derechos y el proceso judicial en las cortes de inmigración.
Por su parte, el abogado especialista en leyes migratorias Fernando Romo afirmó que «hasta la fecha no me ha tocado ver que agentes de ICE (Oficina de Control de Inmigración y Aduanas) los busquen (a los menores)».
«Lo que he visto es que les mandan una carta citándolos a su oficina local para ser entrevistados y les piden una explicación de por qué no se presentaron, luego les dan otra cita y les sugieren buscar un abogado de inmigración», explicó Romo.
Según los juristas, un alto porcentaje de los menores con órdenes de deportación no tuvieron una representación legal.
Además, un reporte del Departamento de Justicia señaló que más de la mitad de los menores que se están presentando en corte solicitan asilo.
«La corte de inmigración de Los Ángeles (EE.UU.) no ha aprobado ningún caso de asilo para los menores, al contrario, les han dado órdenes de deportación a 287 niños», dijo a Efe Yanci Montes, representante legal de El Rescate, una organización que tiene varios casos de menores que llegaron durante la crisis.
La Administración de Niños y Familias (ACF) señaló por su parte que ha recibido 15.000 niños remitidos por DHS que han ingresado al país durante el año fiscal 2015, que inició el 1 de octubre del 2014.
«Aproximadamente 14.000 (de esos niños) han sido dados de alta del programa. La duración promedio de la estancia (en los albergues) es de alrededor de 30 días», explicó a Efe Kenneth Wolf, portavoz de ACF.
Los menores son entregados por la agencia a un familiar o un patrocinador que cumpla con los requisitos del programa que incluye un mejor tratamiento físico y mental y que no esté dentro de una actividad que pueda ser un riesgo potencial para el niño.
Además debe comprometerse a que el menor cumpla con la deportación en el caso que un juez se lo ordene.
Según cifras de ACF, al 30 de marzo del 2015, 1.077 menores fueron entregados en California, situándose por delante de Nueva York con 869, Texas con 830 y Florida con 778.
La Oficina de Refugio y Asentamiento tiene fuertes políticas para asegurarse de la confidencialidad de la información personal y seguridad de los menores no acompañados.
«Esos niños tienen historias de abuso y quizás están buscando seguridad después de sufrir amenazas de violencia. Ellos pueden ser víctimas de tráfico o contrabando humano», señaló la agencia en su página web.