Tegucigalpa – Con el propósito de prevenir la migración infantil, el gobierno hondureño y el Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) emprenden una campaña denominada “Retorno a la Alegría”.
– Al menos 13 mil menores de edad de nacionalidad hondureña permanecen en diferentes albergues de Estados Unidos.
– En 2014 más de nueve mil niños hondureños fueron deportados tantos por la vía aérea como terrestre.
Aunque el programa ya funciona en Honduras desde octubre de 2014, este día se emprendió una segunda fase que consiste en una estrategia de comunicación para medios masivos.
Así lo explicó el portavoz en Honduras del Unicef, Héctor Espinal en una conferencia de prensa realizada en el Salón Morazán de Casa Presidencial, en Tegucigalpa.
Espinal pidió el apoyo a dueños de medios de comunicación para poder llevar el mensaje de prevención de la migración a todos los sectores del país.
Expresó que “Retorno a la Alegría” es un programa cuya metodología se basa en la recuperación psicosocial de los menores inmigrantes que han viajado no acompañados de forma irregular hacía Estados Unidos y que han sido retornados.
“A corto, mediano largo plazo queremos llegar en 2015 a 100 municipios y beneficiar a tres millones de personas y en un futuro tener presencia en los 298 municipios del país”.
Conciencia social
Por su parte, la primera dama de la nación, Ana García de Hernández, resaltó la importancia de hacer conciencia a la población sobre el tema migratorio ya que dijo “es una responsabilidad de todos los hondureños”.
Durante su alocución la funcionaria repitió las palabras del mensaje de Papa Francisco en el Día Mundial de los Inmigrantes y Refugiados celebrado en septiembre de 2014.
«Inmigrantes y refugiados no son los peones del tablero de ajedrez de la humanidad», refrendó.
Acto seguido agradeció a los voluntarios del programa de quienes dijo “hacen un trabajo admirable”.
“Cambiemos el presente”
La primera dama subrayó que la realidad migratoria del país que sufrió un desborde en 2014 se puede cambiar.
“Cambiemos el presente, no dejemos que se vayan”, acotó García de Hernández al tiempo que señaló que esa frase es el nombre que han decididos darle a la estrategia de comunicación que se emprenderá a partir de este día.
Insistió que la prevención de la migración es una tarea de cada uno de los hondureños y no sólo del Estado.
Enfatizó que todos los migrantes son personas que merecen ser respetadas como tal por lo que solicitó el apoyo para realizar la segunda fase de la iniciativa que consiste en la estrategia de comunicación.
Esfuerzos conjunto
De su lado, el presidente de la República Juan Orlando Hernández agradeció a todos los organismos nacionales y extranjeros así como gobiernos y personas en particular que han manifestados su apoyó a Honduras durante la crisis migratoria.
Reconoció el esfuerzo de su esposa en el tema migratorio así como el todos que conforman la Fuerza de Tarea del Niño Migrantes quienes han viajado en diferentes ocasiones a los países de tránsito de los migrantes para conocer más de cerca la realidad del migrante hondureño.
Asimismo, mostró su gratitud con el secretario General de la Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien visitó el país recientemente. También expresó su agradecimiento a Unicef por el apoyó a la niñez hondureña y en especial a los menores que han sido retornados tras emprender la ruta migratoria.
“Falta trabajar más”
La represéntate de Unicef, Cristian Munduarte, dijo sentirse satisfecha con el proyecto pero consideró que una “tarea cumplida parcialmente”.
En ese orden, arguyó que la parcialidad del cumplimiento obedece a que “falta trabajar más” por parte del gobierno y de ellos como institución enfocada a proteger a la niñez.
Aprovechó la ocasión para reconocer la labor de los 300 voluntarios que fueron capacitados para emprender dicha iniciativa.
Notificó que desde octubre hasta la fecha se han beneficiado a 3 mil familias con material, capacitación y acompañamiento para prevenir la migración infantil.
Cabe señalar, que según el gobierno hondureño al menos 15 mil menores de edad cruzaron la frontera de estadounidense en el 2014 y aún permanecen en la nación norteamericana a la espera de un proceso de deportación o la aprobación de una solicitud de Asilo.