Tegucigalpa/Ciudad de Guatemala – La premio Nobel de la Paz en 1992, Rigoberta Menchú, conversó con Proceso Digital sobre las elecciones de este domingo en su país, Guatemala. Reconoció que la justa democrática de este día no significa la salida a la crisis política que vive esa nación centroamericana, sin embargo llamó a votar por los mejores hombres y mujeres que aspiran a cargos de elección popular.
El Tribunal Supremo Electoral convocó a 7.5 millones de guatemaltecos para los comicios que elegirán al presidente, vicepresidente, 158 diputados al Congreso, 20 al Parlamento Centroamericano y 338 corporaciones municipales para el período 2016-2020.
Los últimos días en Guatemala han sido convulsos. Tanto el presidente Otto Pérez Molina y la vicepresidenta Roxana Baldetti tuvieron que renunciar a sus cargos, ambos enfrentan procesos judiciales y permanecen recluidos en centros carcelarios.
Pérez Molina y Baldetti son señalados de liderar una banda criminal conocida como “La Línea”, que realizaba fraudes aduaneros mediante un red corrupta que obtuvo millonarios ingresos.
Ante esa realidad, la doctora honoris causa Rigoberta Menchú Tum habló con este medio de comunicación y refirió que se “cierra un capítulo doloroso” en la historia reciente democrática de la nación más poblada de Centroamérica.
Desde muy joven Menchú Tum se involucró en luchas reivindicativas de pueblos indígenas, lo que valió ser perseguida políticamente y luego obligada a buscar el exilio.
Su compromiso con Guatemala le llevó a participar activamente en la firma de los Acuerdos de Paz en Guatemala entre la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) y el Gobierno de Guatemala. Menchú Tum está casada, es madre de un hijo y es probablemente la guatemalteca más conocida internacionalmente.
El 2011, la alianza partidaria Frente Amplio Guatemala, integrada por el partido indígena WINAQ, la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), Alternativa Nueva Nación (ANN), y el comité preformación del partido Movimiento Nueva República (MNR) proclamaron a Menchú Tum como candidata presidencial para las elecciones del 11 de septiembre. Quedó en la sexta posición, con el 3.27% de los votos válidos emitidos.
La plática con la Nobel de la Paz fue básicamente de las elecciones de este domingo en su país. Al compás de la agitación de atender muchos medios internacionales, respondió así:
Proceso Digital (PD): ¿Cómo ha vivido Guatemala todo este proceso político de los últimos meses?
Rigoberta Menchú (RM): Es un acontecimiento extraordinariamente motivador en cuanto a que muchas cosas han ocurrido en tan poco tiempo. Estamos cerrando un capítulo muy doloroso del pasado en el que durante décadas existieron políticas públicas represivas que desprecian la participación ciudadana, especialmente las de las juventudes porque vivimos en un país multiétnico.
Hoy llegamos a una crisis profunda en la que la estructura general del Estado se vio en un tremendo desafío y que fueron enviados a prisión -se refiere al expresidente Otto Pérez Molina y la exvicepresidenta Roxana Baldetti- en corto tiempo hemos tenido que estabilizar nuevos nombramientos en estos cargos.
Actualmente estamos encarando dos procesos: uno ya no se pudo suspender la elección general de este domingo en medio de una crisis demasiado fuerte, en las que las elecciones han perdido la credibilidad, legitimidad e incluso la idoneidad, sin embargo estamos dispuestos a votar porque hacemos una diferencia que el voto es una decisión personal. Prácticamente vamos a entender este proceso de hoy como un referente tomando en cuenta lo que se pueda venir.
PD: ¿Son las elecciones de este domingo la verdadera salida a la crisis?
RM: No, definitivamente que no, sin embargo es un ejercicio universal de votar y a eso nos estamos amparando y digo que no porque solamente vamos a ver lo que pasa el domingo si votan los guatemaltecos, si se ausentan o si están perturbados por las campañas multimillonarias en las que corrió dinero ilegal, especialmente en los partidos que nacieron como si fueran espuma, en fin, pero no podemos prejuiciar qué puede pasar, más que ir a votar por la gente que conocemos y la que nos gusta.
Estas circunstancias no han pasado en la historia guatemalteca y que afortunadamente hasta ahora no ha habido violencia en el proceso.
PD: ¿Quién le conviene a Guatemala que gane hoy?
RM: Le conviene a Guatemala en primer lugar que no haya violencia, que la gente acuda en son de paz. Le conviene a Guatemala que ganen varios diputados, que son pocos, que han hecho un trabajo extraordinario en el Congreso de la República y gracias a eso es que se pudo denunciar la corrupción y llevar a la justicia a toda esta banda criminal.
Desde el Congreso, poca gente hizo un trabajo pionero y por lo tanto desde ahí se tendrá que seguir jugando ese rol, sino los van a anular en las mesas electoras.
PD: Si tomamos en cuenta que las tres principales fuerzas políticas que tienen opción de llegar al poder de la nación, han sido seriamente cuestionadas en los últimos días, ¿se prevé un futuro incierto para los guatemaltecos?
RM: La tribuna más importante y donde se dicta la justicia actual es la Plaza de la Constitución, me refiero a que la presión popular será idónea para que el sentimiento de esta jornada cívica tan extraordinaria que hemos tenido les pondrá en aprietos, primero a los que ya tienen antejuicios y que pretenden reelegirse. Hay muchos diputados, alcaldes y funcionarios de los nuevos gobiernos que vengan que ya están emplazados, más de cien de ellos permanecen bajo estas condiciones a través del movimiento político WINAQ- URNG, o sea la izquierda guatemalteca y esas más de cien personas que hemos solicitado que les quiten la inmunidad va a continuar si ganan otra vez, seguiremos luchando por los retiros de estos personajes perversos y corruptos.
Dicho lo anterior, creo que la batalla seguirá, apenas es el comienzo, lo que pedimos es que se haga maduramente y bajo una zona de paz.
PD: ¿Qué caracteriza al guatemalteco que no tienen otros ciudadanos de la región?
RM: Primero, la madurez cívica ciudadana en la que prevaleció el papel de la juventud, aunque digo las juventudes porque muchas veces se confunde que la juventud es urbana, no, aquí en Guatemala hay diversos pueblos indígenas, fincas garífunas y todos estos jóvenes y las mujeres hicieron algo desde su región, o sea que esta lucha es una jornada cívica nacional.
Otro punto importante es que la lucha no se confundió con muchas otras demandas, tuvimos solamente un ruta y fue la unidad nacional. Este ejemplo de educación ciudadana no lo había visto en otro lugar.
PD: Sin embargo no podemos soslayar el hecho que su país sigue confiando en los gobiernos militares. ¿A qué se debe esta preferencia?
RM: La captura del señor Otto Pérez se ve como la caída de los militares veteranos, quienes en el pasado tuvieron el poder durante muchos años hasta la fecha. Representan un símbolo muy grande y sin embargo no hemos terminado aquí.
PD: ¿Quién representa a los militares en el proceso electoral de este domingo?
RM: Todos sabemos que han inflado a un candidato, que es el señor Jimmy Morales, él representa el candidato de los militares veteranos, que parece que no tiene partido, sin embargo lo ponen en la primera lista de encuestas.
Sabemos que esta gente no ha hecho ningún trabajo social, pero lo ubican en primer lugar de las preferencias guatemaltecas, es un hecho realmente insólito, sin embargo es la realidad, el dinero hace todo, incluso pone un cómico a la Presidencia. Veremos qué va a pasar, mucha gente no sabe esto, otros sí, pero creo que es un comienzo de que los militares no deben estar en el poder, sino que en el cuartel.
PD: Entre Manuel Baldizón, Sandra Torres y Jimmy Morales ¿qué le conviene más a Guatemala?
RM: En ese sentido pertenezco al movimiento político WINAQ y voto por ellos, además votaremos por la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), estamos en alianza y voy a votar por la izquierda guatemalteca.
De todos los demás, yo no opino sobre ellos porque no son mis candidatos y tampoco son de mi preferencia.
PD: ¿Qué lectura debemos darle a lo que pasa ahora mismo en el Triángulo Norte de Centroamérica?
RM: Es muy delicado en torno a que no puedo imaginar que estas crisis no sean una oportunidad para Estados Unidos, para querer posicionar sus fuerzas y dominación. Ojalá que esto no sea otro Guantánamo en Centroamérica.
Consecuentemente, los que tenemos conciencia debemos garantizar para que no se aprovechen los poderes transnacionales en estas crisis que viven nuestros países, que tiene mucho que ver con una crisis institucional profunda.
PD: En Honduras hay un movimiento de Indignados, ¿cuál es el mensaje de la premio Nobel de la Paz de 1992, para ellos?
RM: Que lo más importante es la inclusión, que no nazcan roscas de sectarismos, de imposición, de prepotencia, porque esos son los peligros más fuertes de cualquier movimiento cívico ciudadano.
También que busquen el diálogo, que sean verdaderamente maduros y que la juventud haga un trabajo extraordinario y pacífico como lo hemos hecho en Guatemala. La violencia no debe ser el mecanismo para lograr lo que queremos, al contrario que sea la unión de la gente y la masiva participación constante y coherente, que al final es lo que nos hace fuertes.
