Tegucigalpa – El 44 por ciento de los hondureños deportados que han sido desplazados por violencia volverían a emprender ruta migratoria, señala un estudio presentado esta semana en Tegucigalpa.
– Varios hondureños deportados a su regreso al país centroamericano han manifestado que “si cien veces me deportan, cien veces me voy”.
El estudio que lleva por nombre «Caracterización de la Población Hondureña Retornada con necesidad de protección», fue elaborado por la Pastoral de Movilidad Humana, una organización de la Iglesia Católica de Honduras, con apoyo de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil (ECHO).
En el informe se concluye que a pesar de la difícil experiencia de la migración indocumentada y de la deportación, el 44% de los desplazados por violencia declaró tener planes concretos de volver a emprender la ruta migratoria.
El documento subraya que el 89.5% de los 20 mil 420 hondureños consultados para esta investigación admitió que emigró por falta de empleo y el 5.4% por amenazas de muerte e inseguridad.
En ese orden, se recalca que la violencia causada por el crimen y las pandillas y el desempleo han obligado a unos ocho mil hondureños a refugiarse en otro país desde 2010.
Los hondureños refugiados se encuentran en mayor número en países como Canadá, Costa Rica, Estados Unidos, México, Nicaragua y Panamá.
No obstante, a la cifra en mención son más los hondureños desplazados por la violencia pero que no han logrado refugiarse en un país extranjero. Según el informe 317 mil hondureños han huido de sus hogares a causa de la violencia desde 2010 a la fecha.
A partir de entrevistas de campo a una submuestra de deportados que salieron del país por motivos de violencia, se pudo detectar que la causa especifica de desplazamiento más común fue amenaza de muerte, seguida de inseguridad general, extorsiones e intimidaciones, acentúa el documento.
Aunque algunos de los desplazados por violencia entrevistados en San Pedro Sula y Corinto, en el departamento de Cortés, manifestaron tener expectativas de quedarse en el país para conseguir un empleo, la gran mayoría declaró tener miedo al volver a Honduras, expresando además su intención de volver a salir del país cuanto antes.
Cabe señalar, que en muchos casos estas mismas personas han consultado al personal de los centros de recepción acerca de la existencia de mecanismos de protección para poder desplazarse internamente a un lugar diferente a lo de su residencia habitual por miedo a ser encontrados y perseguidos nuevamente.
Por lo anterior, en el informe se recomienda que la recolección, análisis y periódica actualización de información cuantitativa y cualitativa sobre el fenómeno debería servir como base para el diseño y la implementación de una estrategia de Gobierno para la prevención del desplazamiento forzado por la violencia y de protección y asistencia de las personas afectadas.
Asimismo que, para que los migrantes hondureños tengan un mayor conocimiento acerca de sus derechos y puedan beneficiarse de una mejor asistencia por parte de las instituciones del Estado, sería oportuno fortalecer la presencia de los consulados hondureños en la ruta migratoria hacia el norte y asegurar que el cuerpo diplomático cuente con las capacidades técnicas idóneas para la identificación, referencia y asistencia temprana de aquellos migrantes que presentan necesidades de protección internacional.
