spot_img

Y en esto, 2018 – 2022, nos llegó “La Constituyente”

Por: Pedro Gómez Nieto

“Estamos en campaña electoral”… dice un verso de la pegadiza canción que tiene la Alianza Patriótica Hondureña para promocionar su interesante y novedoso programa de gobierno.

En el evangelio de Mateo 7:16, Jesús nos dice: “Por sus frutos les conoceréis”, pero el profuso neolenguaje no permite identificar en el bosque un árbol que ofrezca frutos genuinos. Uno de los méritos del gobierno nacionalista ha sido controlar una agenda parlamentaria sin disponer de la mayoría necesaria. El apoyo que ha recibido del partido liberal ha sido decisivo, frente a la oposición de Libre y Pac. Ante la posible tercera victoria nacionalista ¿qué podemos esperar para el periodo 2018-2022? Los datos apuntan a un giro de 180 grados en las relaciones partidarias. El nacionalismo encontraría en Libre a su socio natural frente a la oposición del liberalismo. Alumbremos un probable escenario:

Si Nasralla alcanzara la presidencia sus confrontaciones con Manuel Zelaya estarían a la orden del día. Desde hace semanas ya se producen… Nasralla ostentaría el poder ejecutivo pero no contaría en el Congreso Nacional con el apoyo de los diputados de Libre porque el líder se llama Mel. Nasralla no tiene afinidad ni ideario político con Libre, y no asimila que Zelaya lo está utilizando como herramienta para intentar que Libre llegue al poder. Recordemos que antes de ser fichado por Mel como candidato, habló en los medios cuestionando a Libre y a sus dirigentes. Zelaya tiene la experiencia –sufrida en carne propia- de cómo torpedearse una agenda presidencial cuando no se cuenta con el apoyo del Congreso. Recordemos el bochornoso episodio que protagonizó cuando, siendo presidente de la república, presionó a los diputados para que colocaran a la magistrada Marlina Dubón, esposa de Flores Lanza, como presidenta de la CSJ, tropezando con un muro llamado Micheletti.

Si el paladín pierde las elecciones Libre le hará responsable de la derrota porque las bases siempre han preferido a Xiomara Castro, incluso al propio Mel, como candidatos presidenciales. ¿Cuál será su futuro político? No teniendo el cobijo ni aceptación de ningún partido, posiblemente funde uno nuevo con el que presentar su candidatura presidencial para el 2023. Está convencido de que los electores que le voten ahora lo harán a su persona, no a la entelequia llamada “Alianza de Oposición”. A ese “respaldo virtual” que obtendrá del electorado, Nasralla les proporcionará una nueva plataforma política para llegar al poder en el 2023.

Demos la vuelta a la moneda. La propaganda nacionalista de que “lo que está bien hecho debe continuar” genera nubarrones en lontananza, porque el fin no justifica cualquier medio. La realidad indubitada es que nadie detiene la candidatura del presidente Hernández, ya que todos los partidos avalaron la reelección cuando aceptaron -y en su caso participaron en- el proceso de las primarias.

Los nacionalistas vienen desarrollando la estrategia de provocar debates que obliguen a la oposición a definirse, generando desgaste y pérdida de tiempo. La última, procedente del Ejecutivo, es la iniciativa para reglamentar por un periodo la reelección presidencial. Un nuevo distractor cuyo desenlace se conoce antes de gestado. La supuesta violación del derecho constitucional para “elegir y ser electo”, que utilizó el nacionalismo ante la Sala de lo Constitucional para que permitiera la reelección, siempre podrá ser utilizado nuevamente en el futuro. ¿Entonces?

  • Para el próximo cuatrienio será el propio Partido Nacional quien promoverá la Asamblea Constituyente.

  En esta administración hemos presenciado cómo desde los poderes del Estado se puede meter la mano en la Constitución y modificar la vigencia de su contenido utilizando procedimientos “novedosos” (no manejo bien el neolenguaje), pero alejados de los que la propia Carta Magna establece para su reforma.

  La Constitución, a pesar del tsunami sufrido, mantiene activo en su articulado la alternabilidad en la presidencia de la república, instando a la Fuerzas Armadas a que defiendan su cumplimiento… ¿¡!? El delito de traición a la Patria no prescribe, por lo tanto hay una espada de Damocles que incomoda enormemente a líderes nacionalistas y que necesitan sacar de las reglas del juego.

  • Corolario, será el propio Partido Nacional quien en el próximo gobierno “hará lo que tenga que hacer” para establecer una Asamblea Constituyente “ad hoc”, que redacte una nueva Constitución donde los implicados en el “golpe al articulado constitucional” encuentren la protección y tranquilidad “ad infinitum”. Siendo probable que el partido Libre se sume como compañero de viaje porque hay importantes intereses convergentes, los nacionalistas prefieren no pagar peajes y buscan la mayoría necesaria en el Congreso Nacional. Por ese motivo sus líderes, desde las instituciones, organismos y los poderes del Estado están impulsando con insistencia el voto en línea.

La Asamblea Constituyente viene. Como dijera el expresidente Manuel Zelaya cuando promovía su aventura de la cuarta urna: “Ni Kalimán la detiene”.

Más de Pedro Gómez Nieto aquí…

 

spot_img

Lo + Nuevo

spot_img
spot_imgspot_img