Tegucigalpa – De ser considerada por décadas como un pueblo grande y estar a la zaga tanto en Honduras, como en la región centroamericana en desarrollo urbano, Tegucigalpa comenzó a tomar aire de una urbe metropolitana en la última década y despunta a base de obras de infraestructura vial y edificios altos para consolidarse en el presente siglo como un ancla para el desarrollo del país.
– Atrás queda el viejo pueblo grande para dar paso a la modernidad.
– El edil “Tito” Asfura anunció 33 nuevos proyectos de infraestructura que deberán estar concluidos antes de enero de 2018.
Lejos quedaron ya los antiguos barrios con casas hecha a base de adobe, mientras las colonias que comenzaron a despuntar a en los años 60 y 70 del siglo pasado introdujeron el ladrillo como el elemento de construcción principal para levantar las paredes.
Esa Tegucigalpa de calles angostas, un limitado sistema de transporte público, con locales cerrados al mediodía y toda actividad comercial e industrial los fines de semana ha dado paso a una urbe que presenta un intenso movimiento en la segunda década del siglo XXI.
Los centros comerciales o “malles” han desplazado a los antiguos clubes sociales como centros de entretenimiento familiar, donde en un solo lugar se pueden hacer transacciones financieras, ir al supermercado, realizar compras de vestimenta y calzado, adquirir los medicamentos, asistir a las funciones cinematográficas o realizar las extensas platicas alrededor de una bebida como el café.
Dichos establecimientos laboran todos los días del año, aportándole al aire de modernidad, el de eficiencia, ya que la ciudad no se paraliza.
Claro que las pulperías y abarroterías no han desaparecido y mantienen su pugna por el mercado, pero se han replegado a las colonias, barrios y otros centros poblacionales a fin de satisfacer las necesidades de las familias en lugares donde no se requieren los centros de consumo.
Y a ello se agrega la oferta de los centros de conveniencia, algunos de los cuales funcionan las 24 horas, en la cual los ciudadanos pueden encontrar desde una simple gaseosa hasta realizar pagos de servicios públicos.
Despegue de infraestructura
Pero lo que ha permitido a Tegucigalpa el salto de pueblo grande a urbe mayor son las obras de infraestructura, tanto vial como de edificios, con las cuales ofrece un aire distinto al del pasado. El despegue de las grandes obras inició con la construcción de por lo menos media docena de ellas en la administración del alcalde Ricardo Álvarez y continúan con el actual jefe edilicio Nasry “Tito” Asfura. El Actual Gobierno Central ha acentuado su apoyo a la ciudad lo que marca un despegue más pronunciado en el desarrollo de la infraestrctura.
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Puentes a desnivel, que permiten la facilitación del paso de vehículos y buses, han logrado que el tradicional infierno de circular por las calles de Tegucigalpa sea ahora más fluido, ahorrando tiempo y combustibles a los ciudadanos.
Siempre en el tema vial el ingreso a Tegucigalpa ha registrado mejoras, ya que se crearon anillos viales que permitan una mejor circulación, como es el caso de la salida a Valle de Ángeles, así como hacia El Paraíso.
Para el ingreso por Olancho se prepara otra obra que mejorará los tiempos y el desvió de autos, buses y camiones dará mejores condiciones en el transporte de esa zona.
Edificios
Pero donde Tegucigalpa adquiere y apuesta por el avance urbanístico es en la construcción de edificios, los cuales corren a cuenta por el sector privado hasta el momento.
Una fuerte inyección financiera y la apuesta firme y la creencia del sector privado que Tegucigalpa será el futuro del centro económico, financiero y comercial de Honduras, ha dado lugar a que siete de los 10 edificios más altos con los que cuenta el país tengan como sede la ciudad que en el pasado fue conocida como “Cerro de plata”.
La lluvia de fondos para estos proyectos indica que la confianza en la economía hondureña es firme, ya que muchos proyectos provienes de recursos foráneos.
La Torre 2 del completo Metropolis, es considerado como el edificio más alto de la capital y el octavo de Centroamérica.
El segundo edificio más alto de la capital es la Torre Sky, el noveno más alto de Centroamérica, con 27 niveles.
También se encuentran en la lista de los primeros 10 edificios más altos del país, el Centro Cívico Morazán, la Torre 1 de Metropolis, la Torre de Lafise y la Torre Alianza, entre otros.
Turismo
Igualmente, la ciudad ha visto la llegada de varias firmas internacionales hoteleras, que, con sus edificios, le cambiaron la arquitectura al turismo local.
La apuesta por la llegada de turismo de negocios ha permitido que Tegucigalpa cuente con nuevos hoteles que pertenecen a firmas internacionales, como el Hayatt, Holiday Inn Express, LQ, que se unen a los establecidos como Marriot, Intercontinental, Clarion y a los nacionales Maya y el Distrito Hotelero San Martin.
