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Tegucigalpa: del tráfico a la calma, una ciudad de contrastes

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Tegucigalpa – (Especial Proceso Digital / Ronald Ordóñez) – La reciente cumpleañera Tegucigalpa se configura como una ciudad de contrastes que pasó del bullicio y el tráfico vehicular asfixiante a una desconocida calma durante el asueto de la Semana Morazánica.

-Tegucigalpa que junto a Comayagüela conforman la capital de Honduras cumplieron el pasado 29 de septiembre 445 años de fundación.

-Además de ser la capital del país, Tegucigalpa también se constituye como la capital política del país centroamericano ya que concentra la residencia de la mayoría de políticos y de los poderes del Estado.

-El bullicio y el tráfico vehicular constituyen la cotidianidad de la capital que durante el largo asueto de la Semana Morazánica recordó lo que es la calma.

Lo anterior no significa que las actividades se paralizaron en su totalidad en la capital hondureña. Proceso Digital hizo un recorrido por sus calles vacías de vehículos, pero no de personas que a través del comercio informal día a día buscan llevar el pan a su mesa.

Los contrastes son más evidentes al quedar vacía por la clase política que presumió de sus viajes durante este largo asueto y los imparables flujos migratorios en tránsito que no dieron tregua durante la jornada.

La naturaleza tampoco dio tregua y las lluvias de la jornada hicieron que en la capital del país cedieran muros, cayeran árboles y varias calles aunque quedaron vacías de vehículos no así de los acumulados de agua.

Asueto, un lujo que la ciudad no se puede dar

Aunque el largo asueto, de una semana para el sector gubernamental y tres días para el sector privado formal es bien recibido por miles de hondureños, pero otros como el zapatero Gonzalo Banegas opinan que es un lujo que la ciudad no se puede dar.

En su caso, el pan que lleva a su mesa depende de su trabajo diario, durante esta semana con suerte puede regresar con 100 lempiras a su casa (cuatro dólares), lo que es insuficiente para el sustento de un hogar.

“Los que trabajamos día a día nos vamos feo” comentó a Proceso Digital mientras atendía a un cliente en el centro de la ciudad, en la plaza general Francisco Morazán.

Compartió que en un buen día que no sea en la Semana Morazánica puede llevar a su hogar 300 lempiras, pero hoy con suerte regresa con 100 lempiras.

Lo mismo opinó el taxista “José” que aunque no quiso aparecer en cámara comentó que decidió trabajar durante esta semana por voluntad y por necesidad, la mitad de sus compañeros descansaron obligados por la falta de pasajeros.

“Tuve que esperar dos horas para hacer una carrera colectiva y con esto me voy, no hay pasajeros”, lamentó.

Migración sin tregua

Proceso Digital conversó con varios migrantes que transitaban por la capital hondureña, para todos es un poco extraño un largo asueto en esta temporada, pero refirieron que su objetivo de llegar a México y Estados Unidos no conoce de pausas.

Jesica Gonzales, una inmigrante venezolana que llegó a inicio de semana, comentó que pese a la temporada de descanso en el país han sido tratados de buena manera por los hondureños que han encontrado a su paso.

Narró que solo estará en la capital el tiempo que le tomé reunir el dinero del pasaje del transporte que le permitirá avanzar hacia Guatemala, país donde tampoco prevé pertenecer más de lo necesario.

Viaja con un grupo de 14 connacionales y al igual que todos llegaron hasta la capital, esperan avanzar juntos hacia el país vecino.

El migrante Bladimir Rendón, procedente del Estado de Bolívar en Venezuela, también comentó que se ve afectado su objetivo de avanzar en la travesía por tratarse de días de asueto en Honduras.

Al igual que su connacional solo espera reunir el costo del pasaje para poder avanzar.

Viaja con un grupo de 10 connacionales y cada uno requiere de al menos 30 dólares para garantizar su transición por Honduras.

Los anteriores testimonios coligen que la migración en tránsito no conoce de feriados y no da tregua al país en ninguna temporada.

Cero incidencias

Yanci López, portavoz de la Cruz Roja Hondureña, indicó a Proceso Digital que hasta el viernes se reportaron cero incidencias por parte de este organismo.

Consideró que se trata de una buena noticia, ya que el organismo de socorro no ha atendido hechos lamentables ni en la capital, ni el resto del territorio hondureño.

No obstante se han realizado innumerables acciones en materia preventiva, lo que ha funcionado porque el reporte es de cero incidencias, comentó.

Se trata de 50 puntos de control con más de dos mil voluntarios que han hecho una labor de prevención, algunos de los servicios prestados son pre-hospitalarios para personas que se descompensaron por diferentes motivos.

Sin embargo, no se ha atendido ninguna incidencia que lamentar y eso es también producto que la población ha tenido conciencia en su actuar durante esta Semana Morazánica, dijo.

Pobreza, la otra cara de la ciudad

Si bien la ciudad se caracteriza por sus edificios y una constante construcción tanto en vías como en proyectos habitacionales, también tiene otro rostro de pobreza que se refleja en una creciente mendicidad.

Durante su recorrido, Proceso Digital constató que varios mendigos y otros hondureños en extrema pobreza no descansaron en una semana en la que algunos presumieron sus viajes.

Mendigos, limpiaparabrisas, algunos vendedores y guardias de seguridad que devengan menos que un salario mínimo adornan de forma permanente las calles de la capital hondureña.

Si bien, se trató de un largo asueto que miles disfrutaron, estos capitalinos que viven por debajo de la línea de pobreza resintieron varios días de casi una total paralización en la capital del país centroamericano y corazón de América. (RO)

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