Ramala (Cisjordania ocupada) – El primer ministro palestino, Mohamed Stayeh, aseguró hoy que el consulado de EEUU para los palestinos solo puede ubicarse en Jerusalén este, territorio ocupado y anexionado por Israel, y rechazó tajantemente la posibilidad de que se instale en Ramala.
«Ramala no es Jerusalén y no es la capital de Palestina. Para nosotros el consulado en Jerusalén este tiene un gran significado político porque queremos que sea la futura embajada estadounidense del Estado palestino», indicó Stayeh en un encuentro con la prensa extranjera en la Ofician del Primer Ministro en Ramala, capital administrativa de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Cisjordania ocupada.
En 2019, el consulado se integró formalmente en la Embajada de EEUU que el expresidente Donald Trump trasladó de Tel Aviv a Jerusalén un año antes, un movimiento que cambió un paradigma en vigor entre la comunidad internacional desde 1980, cuando se retiraron las embajadas de la Ciudad Santa al anexionarse unilateralmente Israel la parte este de la ciudad, que correspondía a los palestinos.
El movimiento de Trump, que luego siguieron Guatemala, Honduras y Kosovo, quebró las relaciones de EEUU con la ANP, algo que la nueva administración de Joe Biden quiere arreglar al retomar el envío de fondos a los territorios palestinos y con el compromiso de reabrir el consulado.
El actual gobierno de coalición israelí se opone firmemente a la reapertura del consulado de EEUU para palestinos en Jerusalén, e incluso ha sugerido que tiene potestad para bloquear esa medida.
«Estoy seguro de que EEUU no necesita permiso de nadie porque Jerusalén este es un territorio ilegalmente ocupado por Israel, en contra de la ley internacional», indicó el primer ministro palestino, que espera que la administración Biden cumpla con su promesa antes de fin de año.
«Todo lo que EEUU tiene que hacer es reabrir un consulado en Jerusalén que ya existía antes de la creación del Estado de Israel. El Estado de Israel se estableció en 1948 y el consulado americano en Jerusalén ya estaba desde 1844», aclaró el primer ministro.
Sobre la posibilidad de un Estado palestino, Stayeh argumentó que tanto el anterior gobierno de Benjamín Netanyahu, como el actual Ejecutivo de coalición liderado por el ultranacionalista y exlíder colono, Naftali Benet, «están dinamitando sistemáticamente la solución de los dos Estados», a pesar del amplio consenso internacional que suscita.
Según el primer ministro, Israel está recurriendo a la «guerra demográfica» con la continua expansión de asentamientos en Cisjordania ocupada, una de las políticas centrales de Netanyahu en los territorios palestinos y que el nuevo Ejecutivo mantiene con la reciente aprobación de 3.000 nuevas viviendas para colonos judíos, medida condenada por EEUU y la Unión Europea.
«Las declaraciones de condena no son suficiente porque a Israel le da igual lo que le digan y sigue haciendo lo que quiere. Son necesarias sanciones», apuntó Stayeh, quien propuso que se veten los productos elaborados en los asentamientos, se tomen medidas contra los 1,6 millones de israelíes que cuentan con pasaportes europeos o se les corte la financiación.
Ya hay 750.000 colonos viviendo en Cisjordania ocupada y representan el 25 % de la población del territorio, según los datos facilitados por Stayeh.
«Pero nosotros no nos vamos a rendir y seguiremos aquí», aseveró el primer ministro palestino.
JS
