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Ser menor de edad en Honduras es un factor de riesgo para morir violentamente: OV-UNAH

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Tegucigalpa – Ser menor de edad en Honduras es un factor de riesgo para perder la vida de manera violenta, según un análisis del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH).

Así lo informó la directora del OV-UNAH, Migdonia Ayestas, quien también refirió que si se compara enero de 2016 con el mismo mes de este año, las muertes violentas se incrementaron en un 16 por ciento.

“Lamentablemente la violencia y la criminalidad sigue opacando el país y el dolor y el luto lo siguen sufriendo las familias hondureñas, son 444 muertes violentas las que ocurrieron en enero de este año”, acotó.

Señaló que “lamentablemente son los jóvenes las principales víctimas de la violencia y ser menor de edad en Honduras es un factor de riesgo para ser víctima de la violencia, dentro de ellos estudiantes universitarios son los que han perdido la vida”.

Las víctimas son también trabajadores del transporte público y es en ese sector donde la población siente más temor cuando entran a robar, añadió Ayestas quien citó el caso reciente de un estudiante universitario quien fue víctima de la violencia.

“El país está perdiendo sus seres más valiosos los que están destinados a ser la vida productiva del país, son el presente y el futuro de Honduras”, lamentó.

Refirió que empleados del transporte están perdiendo la vida de manera violenta y en lo que va del año es más de una docena de personas relacionadas a ese rubro que han muerto asesinados.

Igualmente sucede con los trabajadores de agencias de seguridad privada, cinco estudiantes universitarios han perdido la vida este año y una mujer muere de manera violenta cada 18 horas, según las estadísticas del OV-UNAH.

En ese sentido, opinó que una de las principales una deuda pendiente del Estado y del gobierno actual, es la investigación científica criminal y los transportistas lo han dicho están siendo víctimas de crímenes por el pago del impuesto de guerra y después de cada asesinato lo único que queda es el llanto, el dolor y el luto pero no hay una respuesta sobre quiénes son los victimarios y los móviles del crimen.

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