Por: Ernesto Gálvez
Tegucigalpa.- Sí, así como usted lo lee; no es septiembre patriótico, como debería ser. Me refiero a los acontecimientos de las fiestas patrias y otros onomásticos que se juntan en este mes.
Todos los días, aparecen pequeños (y medianos) cintillos con la fotografías de palillonas que se están preparando para los desfiles del 15 de septiembre. Es algo así como para preparar el morbo de casi todo mundo que concentra su atención en esas muchachitas que caen en la campaña carnal y nada patriótica de los desfiles; ellas son promocionadas como el centro de atención; esas inocentes muchachitas que también ven las narco novelas, donde la belleza física femenina se ve participando en impresionantes escenas de pasión, peligro, fama, violencia y muerte, junto a los clásicos “toros” del narcotráfico internacional, que hacen derroche de lujo, poder y terror contra sus contendientes. Es más, últimamente, aparecen bellas mujeres ejerciendo el liderazgo de los carteles de la droga.
Personalmente, siento pesar y dolor, cómo la publicidad trastorna la mente de los hondureños, confundiendo fechas tan importantes para impulsar valores verdaderamente patrióticos y no exhibiciones histriónicas que más parecen cabarets callejero, que no es otra cosa que una apología al sexismo, la vulgaridad y el desenfreno humano que, luego, en los mismos medios aparecen, diariamente, notas como éstas: la mayoría de los partos en los hospitales públicos son de adolescentes; capturan a un violador en serie; sacerdote o pastor acusado de violar a mujeres de sus propias iglesias; dos de cada tres delitos están relacionados con el sexo ….. Y así por el estilo.
Aparentemente no existe relación entre un evento y otro, pero sí existe, y con mucha fuerza, por cualquier ángulo que se le quiera interpretar. La sicología y la fisiología humana, explican con todo detalle las transformaciones corporales que ocurren en los cuerpos de las personas y de los adolescentes particularmente, cuando las hormonas del sexo se disparan. En los varones, los impulsos sexuales se activan con mucha más fuerza; los ojos recogen las imágenes de las partes eróticas de una mujer, produciendo erecciones y seguramente, masturbaciones. Eso sin mencionar todas las actitudes de codicia sexual, sodomismo y hasta fantasías sexuales y masoquismo.
La propia Biblia, describe con toda crudeza, cuadro de violaciones, homo- sexualismo, sodomía, infidelidades y muerte, a causa del desenfreno sexual de los seres humanos, especialmente del sexo masculino. Todo ello a partir del pecado de desobediencia de Adán y Eva, donde Dios mismo condenó al resto de las generaciones, a la maldad, al pecado, mismo que sólo puede ser perdonado por Aquel que vino a este mundo a morir por nuestra redención espiritual e integral.
Volviendo a las “fiestas cívicas”, las propias familias de las “palillonas”, generalmente pobres, hacen enormes sacrificios económicos para vestir (mejor dicho desvestir) a las estudiantes que consideran esa acción como uno de los mejores “éxitos” de su carrera. Y verdaderamente que sí crean fama para ser asediadas por hombres sin escrúpulos, Ejemplos los tenemos en nuestra realidad hondureña.
Y no sólo es en los colegios. Ahora, cualquier celebración, feria o festival, es escenario para las exhibiciones femeninas a gran escala. El aniversario de la Capital hondureña, coloca a las bailarinas y palillonas en los mejores escenarios. Se le conoce como el Carnaval de Tegucigalpa y, efectivamente que lo es: “carne para Baal”. Claro está que, este mundo está bajo el control de aquel que fue destronado del cielo y ahora hace de las suyas aquí en la tierra, hasta que llegue su final, cuando el propio Jesucristo lo echará al lago de fuego en el final de los tiempos.
Así que no nos quejemos de los resultados del desenfreno de la carne: los datos están a la vista, pero como el pecado obnubila el entendimiento y la sensatez, esto lo vemos como un “entretenimiento” común y corriente; la gente asiste masivamente a estos acontecimiento de manera masiva a “celebrar las fiestas patrias”, sin darse cuenta que casi nada de patriótico se presenta. Sólo un dato a título de ejemplo: las calles de las ciudades donde hay desfiles “cívicos” quedan abarrotadas de basura que tiran los sacrificados “patriotas”.
Ojalá que un buen día le demos un giro realmente patriótico, cuando celebremos de verdad, algo que valga la pena, como la eliminación del analfabetismo; una alta calificación mundial de la prueba de PISA en matemáticas y español; la ubicación del sistema educativo hondureño en los mejores “Rankin” mundiales, o sencillamente, respetando a nuestros mayores y no botar basura a la calle.
