Madrid – El socialista Pedro Sánchez ganó las elecciones de España, pero no podrá gobernar en solitario ni con el apoyo parlamentario de otros partidos de izquierda, según los primeros resultados.
El principal protagonista de estas elecciones ha sido el nuevo partido VOX, (de extrema derecha), que ocupará la tercera posición, tras el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP), de derecha.
El líder del PP, Pablo Casado, ha obtenido un buen resultado y se presenta ya como una alternativa a Sánchez, si este no logra una mayoría absoluta. Al PP, le ha perjudicado el ascenso de VOX, al dividir el voto de derecha.
La otra noticia de esta noche ha sido el hundimiento del partido Ciudadanos (de centro-liberal) a quien sus votantes culpan a su líder, Albert Rivera, de estas nuevas elecciones, las cuatro en cuatro años, por su intransigencia de facilitar una salida a la inestabilidad política en España, en las pasadas elecciones de abril pasado.
La conclusión es que estas elecciones no van a solucionar en nada el actual bloqueo político y que el gobierno socialista seguirá estando «en funciones», hasta que Sánchez negocie una mayoría parlamentaria con el partido Unidades Podemos (extrema izquierda) y hasta con los partidos separatistas catalanes, que condicionarán o maniatarán al nuevo gobierno con sus propios intereses.
El otro perdedor ha sido Unidas Podemos que ha perdido escaños y pasará de la tercera a la cuarta posición. Su líder, Pablo Iglesias, va a insistir ante Sánchez, que a cambio de su apoyo parlamentario debe entrar en el consejo de ministros, que hasta ahora se ha negado el dirigente socialista.
La baja participación, de casi 40 por ciento, ha perjudicado al PSOE, pero indica bien el hartazgo de la población por tantas elecciones y por la incapacidad de los políticos de llegar a un acuerdo para romper el actual bloqueo.
La campaña electoral ha estado marcada por la inestable situación en Cataluña, tras las violentas protestas de los grupos radicales separatistas catalanes, alentados nada menos que por el propio presidente de la «Generalitat» (gobierno autónomo catalán), Quim Torra.
