Tegucigalpa. – El Centro UC Estudios Internacionales CEIUC de la Universidad Católica de Chile, recientemente publicó un documento de 48 páginas titulado Índice de Riesgo Político de América Latina 2025, en el cual identifica los diez principales riesgos políticos que amenazan la región: 1) Inseguridad, crimen organizado y narcotráfico. 2) Corrupción estructural. 3) Nueva ola migratoria y deportaciones masivas. 4) Democracia sin delivery. Avance del autoritarismo. 5) Desinformación y polarización tóxica. 6) Persistencia inflacionaria. 7) Agravamiento del cambio climático. 8) Auge del proteccionismo. 9) Irrelevancia regional. 10) Escalada de conflictos bélicos.
En el documento se afirma que: “Los pilares que parecían inquebrantables —la democracia, el comercio y la globalización bajo el liderazgo transatlántico— hoy enfrentan retos mayúsculos, mientras el centro de gravedad del poder mundial se desplaza rápidamente hacia el Pacífico. Al mismo tiempo, estos acontecimientos evidencian los enormes desafíos que enfrenta el multilateralismo para seguir siendo relevante y eficaz, mostrando signos de agotamiento y debilidad”.
Casi enseguida se agrega que: “Si 2024 fue un año de sorpresas, 2025 podría resultar aún más impredecible. Por ello, el escenario latinoamericano, enmarcado en una dinámica global cada vez más compleja, exige atención renovada y estrategias concertadas que permitan navegar con éxito en esta nueva era de incertidumbre, proteccionismo comercial y turbulencia geopolítica” (Ídem).
Según el documento mencionado no todo es gris, ya que: “Pese a todo ello, la región cuenta con una importante “ventana de oportunidad” en sectores estratégicos como la producción de alimentos, los minerales críticos, el agua dulce, la energía limpia, el nearshoring y el friendshoring. Si los líderes latinoamericanos logran aprovechar estas oportunidades, América Latina podría reposicionarse como una región solución y un actor clave en la economía global” (Ídem).
Es importante tener presente las seis oportunidades indicadas en el párrafo anterior; sin embargo, casi ninguna de ellas está disponible para un país que vive una situación como la de Honduras. Esta realidad nos obliga a examinar otras opiniones, para lograr descubrir un atisbo de esperanza.
Según lo publicado en la página web Simalco, existen 6 aspectos que podrían marcar la economía en América Latina este año, los cuales se resumen a continuación:
1.- Un mundo que crece menos: “El año 2024 cerró con un crecimiento regional de 2,2%, consolidando una segunda “década perdida” en la que los países de América Latina crecieron en promedio apenas un 0,9%, según datos de la Cepal. Aunque para 2025 la institución proyecta un leve repunte al 2,4%, este crecimiento “no permitirán cerrar las brechas” entre las economías de la región y las desarrolladas” (Ídem).
Las estimaciones de la CEPAL indican que Honduras crecerá un 3.2% en el 2025, superando en 8 décimas porcentuales el promedio de América Latina. Para crecer con más fuerza, se requiere mayor inversión productiva y mejorar la productividad total.
2.- Entre una batalla de gigantes: “Aunque las amenazas de mayores aranceles a México generan inquietud, los expertos consultados para este especial coinciden en que el principal foco del presidente electo de Estados Unidos será China, marcando un 2025 con crecientes tensiones comerciales entre ambas potencias” (Ídem).
Para Honduras el mayor riesgo derivado de la política comercial que implementará Donald Trump, reside en las deportaciones masivas de migrantes ilegales, especialmente la de aquellos que tengan alguna falta legal.
3.- Continúa el «nearshoring»: “El «nearshoring» continúa siendo una de las mayores oportunidades para la economía de América Latina en 2025, especialmente para México, en un contexto de creciente cautela de su vecino del norte frente a China” (Ídem).
Para que Honduras aproveche la oportunidad del «nearshoring», se necesita un mejor clima de negocios y mayor acatamiento del ordenamiento jurídico, particularmente respetando el derecho a la propiedad en el agro.
4.- El tema más urgente: la transición energética: “El tema central para 2025 será, sin duda, la transición energética. Durante 2024, Ecuador, Venezuela y Costa Rica enfrentaron apagones y racionamiento debido a su alta dependencia en hidroeléctricas, agravada por las inusuales sequías derivadas del cambio climático. Incluso Colombia tuvo que racionar el gas natural para priorizar las plantas de generación térmica, que cubren la demanda eléctrica” (Ídem).
En el 2012 en Honduras el 70% de la electricidad se obtenía de combustibles fósiles, pero la participación de las energías renovables ha crecido, representando más de la mitad de la generación eléctrica en el 2020. Más recientemente, la energía renovable representa el 61% de la producción total de electricidad, lo cual indica que existen posibilidades de continuar mejorando.
5.- «Drill, baby, drill»: “El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos amenaza con alterar significativamente el mercado global de gas natural. Trump ya ha prometido revertir restricciones impuestas por Joe Biden, incluidas las pausas en permisos de exportación de gas natural licuado (GNL) y regulaciones ambientales” (Ídem).
El año pasado en Honduras empezó a funcionar la Central Térmica Brassavola, una planta de 240 MW en ciclo combinado con turbinas aeroderivativas a base de gas natural, que por el momento solo opera con diésel. El abaratamiento del gas natural, representaría una extraordinaria oportunidad para esta empresa y otras del mismo tipo.
6.- Infraestructura: una “enorme oportunidad”: “El desafío de infraestructura va más allá del transporte. También incluye las necesidades emergentes vinculadas a la transición energética, como la construcción de líneas de transmisión eléctrica y sistemas de almacenamiento para energías renovables”.
“El potencial de desarrollo en infraestructura también traspasa los límites de lo físico: la infraestructura digital representa una oportunidad clave para la región. Esto incluye la modernización de plataformas de inversión en las bolsas de valores y la expansión de nuevos productos financieros que aumenten la penetración y acceso” (Ídem).
Honduras tiene importantes proyectos de infraestructura que son necesarios para la nación: Hospitales, represas eléctricas, puentes y calles para conectar tierra firme con Amapala, y el circuito que comunicará Trujillo con Puerto Cortes, sin mencionar el viejo sueño de tener un Tren Interoceánico.
Con todo, en materia de infraestructura digital el país está bastante rezagado, aunque se tiene la ventaje de una población joven con muy buen dominio del idioma inglés.
Para finalizar conviene indicar, que en la actualidad el mayor reto de Honduras se vincula con la vigencia de la democracia, ya que tal como pinta el panorama electoral, se está a las puertas de que en el país se entronice una dictadura, particularmente porque el Fiscal General y dos poderes del Estado están bajo el control del Poder Ejecutivo.