Reos sienten rigor en la Tolva y golpean puertas y paredes

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Tegucigalpa – Un grupo de privados de libertad protestaron esta tarde en la cárcel de Morocelí, El Paraíso, mejor conocida como La Tolva o “El Pozo II”, en exigencia para que los devuelvan a las cárceles desde donde fueron trasladados.

– Al menos 773 privados de libertad permanecen en este recinto carcelario del oriente del país. Su capacidad es para mil 344.

– La desesperación se apodera de los reos confinados, quienes vivían como reyes en las cárceles desde donde fueron trasladados.

Una portavoz del Instituto Nacional Penitenciario (INP), dijo a periodistas que “los privados de libertad en un acto de protesta han golpeado las puertas y paredes, igual elevado su voz exigiendo que los saquen de ese centro carcelario”.

Desde hace algunos instantes circuló la información que familiares de los privados de libertad protestaron en las afueras de La Tolva porque no se permiten visitas. Este extremo no fue confirmado por voces oficiales.

Los guardias penitenciarios rápidamente controlaron la situación, al tiempo que elementos de seguridad llegaron para reforzar los perímetros.

Vecinos de la comunidad dijeron a periodistas que desde hace unos días se perciben movimientos raros de personas ajenas a esa zona. “Pedimos a las autoridades que trasladen un comando permanente a este lugar para garantizar la seguridad”, dijo.

El pasado 16 de mayo, el primer contingente de privados de libertad fue trasladado a las celdas de máxima seguridad de la cárcel de El Pozo II, ubicada en Morocelí, El Paraíso, tras ejecutarse la Operación Arpía III desde la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto.

tolvitaMás de La Tolva

La Tolva es la segunda cárcel de máxima seguridad en Honduras, tiene capacidad para recluir a mil 344 personas. Cuenta con 24 edificios diseñados para albergar ocho módulos carcelarios, oficinas administrativas y también habitaciones para los agentes penitenciarios.

Miles y miles de metros de serpentina, enormes muros de concreto con malla ciclón reforzada, cinco aduanas de revisión y más de 400 cámaras de vigilancia son parte de los dispositivos de seguridad que convierten a La Tolva en una cárcel más de máxima seguridad.

Conocida también como El Pozo II, este nuevo centro penitenciario fue construido siguiendo todos los estándares internacionales. Se encuentra a una hora de la ciudad capital y según los encargados de su construcción es casi una réplica de la cárcel en Ilama, Santa Bárbara.

A lo largo de la carretera que conduce al oriente del país se levanta majestuosamente esa estructura de cemento gris, construida en una área de 16.5 manzanas y a un costo de 23 millones de dólares.

Para poder ingresar a los módulos carcelarios, las visitas y los mismo empleados deben de seguir un estricto protocolo de seguridad, que consiste en atravesar cinco aduanas de revisión y un par más de inspección manual en cuartos especiales.

En La Tolva cada celda está construida para albergar a dos reos. Las camas son de piedra, pero se proporciona una colchoneta de seis pulgadas de espesor. En el interior no hay más que un servicio, un lavabo y un espejo de aluminio pulido fijado a la pared.

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