La acción delictiva dejó como resultado a los dos delincuentes detenidos y varias personas heridas, entre ellos a una empleada de la institución que fue utilizada como rehén durante el atraco.
Los negocios que se pretendieron asaltar fueron la tienda de electrodomésticos Elektra y la sucursal de Banco Azteca, situadas en la mencionada colonia capitalina.
Los malhechores capturados son Miguel Ángel Núñez Morazán (21) y Rafael Corrales Pineda (32), quienes gozaban de medidas cautelares desde el pasado 23 de enero, después de estar presos por dos meses en la Penitenciaría Nacional de Támara, por el delito de robo agravado.
Recuento de los hechos
El domingo a eso de las 7:30 de la mañana, los presuntos delincuentes pretendieron asaltar ambos negocios. Los antisociales esperaron que el personal asignado en ambos comerciales se aprestaran a iniciar operaciones cuando aprovecharon para someterlos a la impotencia y llevar a cabo sus malévolos planes.
Versiones policiales revelan que los malhechores pretendían abrir las bóvedas del Banco Azteca, que se encuentra en el interior del almacén. Sin embargo, el plan fue desbaratado por la Policía ante denuncias que varios vecinos que se percataron del asalto.
Asimismo se conoció que una de las dependientas agarró valor para resistirse, pero uno de los delincuentes le infirió un tiro en el cuello y otro en su mano.
La Policía decomisó dos armas de fuego, municiones, un teléfono celular y algunas pertenencias.
Momentos de terror
Durante la operación policial se vivieron momentos de terror. Distintos medios de comunicación se apersonaron al lugar para cubrir la acción de la Policía.
Mediante el lanzamiento de una granada lacrimógena se logró tomar el control del lugar y poner de rodillas a los asaltantes.
Las dos damas que resultaron heridas de bala fueron trasladadas a la Sala de Emergencia del Hospital Escuela, donde se recuperan satisfactoriamente, según se conoció.
Versiones de los capturados
Uno de los capturados en la escena del crimen fue Rafael Corrales Pineda, quien manifestó que junto a su compinche decidieron cometer el asalto porque desde la penitenciaría les ordenaron llevar a cabo la acción delictiva. Además identificó a un privado de libertad de apellido Andino como el autor intelectual del atraco.
“Él (Andino) nos ordenó que allí estaba ese trabajo, y que si lo podíamos hacer que lo hiciéramos y que nos iban a dar la mitad de lo que íbamos a robar”.
Los mismos asaltantes revelaron que gozan de medidas cautelares por robo agravado y que se presentaban a los juzgados a firmar una vez por semana.
Ambos individuos ya fueron puestos a las órdenes de los tribunales donde se les deducirá su responsabilidad en el frustrado asalto.
Fiscal Amaya: “Hay que analizar las medidas cautelares”
Por su parte, la fiscal Especial de la Mujer, Grissel Amaya, sugirió que este es un momento oportuno para revisar las medidas cautelares. “Es un tema importante para traerlo al tapete público y que pueda ser analizado”, dijo al enterarse de la condición que gozaban los malhechores que pretendieron asaltar dos negocios en Tegucigalpa.
Agregó que ya el código Penal establece ciertos requisitos para otorgar medidas cautelares en vez de prisión preventiva.
Amaya denunció que conoce varios casos donde se han interpuesto medidas cautelares en delitos graves como asesinato.
“La medida cautelar es prohibida cuando haya gravedad en la pena. La ley manda a no dar medidas sustitutivas en delitos graves”, puntualizó Amaya.
