El propio director del Hospital Escuela, Roberto Esquivel, recomendó a las madres de familia que deben abrigar bien a los niños, pero advirtió que las viviendas no deben permanecer completamente cerradas ya que eso evita la ventilación y los virus y bacterias proliferan en el interior.
Asimismo, Esquivel recomendó bañar con agua caliente o tibia a los niños y de preferencia por la noche que es cuando se envuelven bien.
El galeno también recomendó que hay tener cuidado para que los menores no entren contacto con personas que tienen tos porque con sólo hablar se esparcen partículas de saliva contaminada.
Los niños pequeños son un grupo especialmente vulnerable a las bajas temperaturas. Su sistema inmunológico es más débil y son proclives a contraer fácilmente enfermedades como catarros, constipados, gripes, enfermedades bronquiales como la bronquiolitis, o más graves como la neumonía.
Ante el descenso de la temperatura, lo primero que hay que hacer es evitar que el bebé o el niño, salga a la calle a las horas de máximo frío si no es necesario.
En caso de que tenga que hacerlo, se debe abrigar muy bien. Esto no significa dejarlo sin la posibilidad de movimiento, sino de elegir cuidadosamente la ropa. No es bueno que sude, por lo que es preferible colocarle ropa a modo de capas que luego pueda quitarse cuando esté dentro de sitios con calefacción.
Gorro, guantes y bufanda, son imprescindibles, así como capuchas o verdugos para protegerles del viento, especialmente del viento en los oídos. En cuanto al gorro, preferiblemente de algodón, para que no pique, y los guantes, para bebés pequeñitos mejor tipo mitones.
