La ceremonia realizada en la parroquia de Santa Gertrudis, fue presidida por su eminencia el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, el nuncio apostólico, Luigi Bianco y el obispo de la región, Mauro Mooldon.
«Querido monseñor José Bonello, todo Juticalpa, todo Olancho, todo Honduras, está llena de alegría, pues es la primera vez que tenemos la dicha, en esta tierra bendita, de una ordenación episcopal y esto es una gracia y una bendición para esta Diócesis», dijo el cardenal Oscar Andrés Rodríguez.
«Recibimos con alegría y acción de gracias a nuestro hermano obispo, nosotros los obispos por la imposición de las manos lo vamos a agregar al orden episcopal y ustedes queridos fieles deben honrarlo como servidor de Cristo y como administrador de los misterios de Dios», manifestó.
Igualmente, el máximo jerarca de la iglesia católica exhortó a cada obispado a vivir para servir a los fieles y no solamente presidirlos, pues él que es mayor según el mandato del Señor, debe ser el más pequeño.
El presidente, Porfirio Lobo, asistió el sábado a la ordenación episcopal de Bonello.
Lobodijo sentirse extremadamente satisfecho por ser partícipe de un evento tan especial, en el que la doctrina social de la iglesia católica llama al pueblo hondureño a buscar la paz, la unidad, la solidaridad y la dignidad de la persona humana.
Recordó que la labor que la iglesia ha realizado en su departamento ha sido extraordinaria, pues con el paso del tiempo, cada diacono, sacerdote y obispo ha contribuido al desarrollo integral y espiritual de la ciudadanía, así como a buscar la justicia social, ayudando a los más necesitados.
Lobo expresó que si bien es cierto monseñor Bonello nació en Malta, ahora su corazón lo comparte con Honduras, pues por 21 años estuvo al lado del pueblo de Comayagua y hoy se congrega como obispo auxiliar, al lado de la gran feligresía olanchana.
