Por: Otto Martín Wolf
Hay vida inteligente en el Cosmos, fuera de nosotros?
Debido a la casi infinita cantidad de galaxias, sistemas solares y planetas la respuesta debería ser un rotundo sí!
No obstante, hasta el momento se carece de una prueba científica. Lo más cercano es una transmisión de radio recibida en los años ‘70s, conocida como “Wow”, señal de asombro escrita por el científico que la recibió.
Lamentablemente fue un evento único, una simple vez, que no se ha repetido desde entonces a pesar de que existe un enorme sistema de radiotelescopios escudriñando el cosmos 365 días al año (366 los bisiestos).
La explicación científica más aceptable: Señal terrestre reflejada en un pedazo de basura espacial o en un satélite nuestro, teoría apoyada por el mismo científico que la recibió.
¿Pero muchas personas aseguran haber tenido experiencias con extraterrestres?
La mayoría de esos supuestos encuentros terminan siendo fraudes elaborados por gente con espíritu bromista. El mejor ejemplo son los círculos en las cosechas que aparecen periódicamente en Inglaterra y otros países, los cuales desataron un “culto” extraterrestre, hasta que los mismos autores confesaron la burla.
¿Qué explicación hay a lo sucedido en Roswell, Nuevo México, donde se dice que hace algún tiempo se estrelló un OVNI?
Viajan millones de kilómetros en adelantadísimas naves espaciales y cuando llegan a la Tierra se estrellan? Es que acaso vienen en moto?
Los habitantes de ese lugar son quienes mantienen viva la leyenda pues se lucran del turismo vendiendo toda clase de mapas, fotos y hasta “pedazos” de la supuesta nave. Es lo mismo que hacen en Escocia con el “monstruo de Loch Ness”; explotar a los incautos.
Bien por ellos, yo lo haría también si me dedicara a eso.
Los escritores de ciencia ficción, la imaginación popular y la ignorancia hacen que la gente especule por todo. Pero –tengo que repetirlo- no hay evidencia científica de ninguna clase.
No hay nada, excepto la teoría de la conspiración que, entre otras cosas, sostiene que es falso el viaje a la Luna y que los aviones jamás se estrellaron contra las Torres Gemelas en New York, a pesar de que millones de seres humanos lo vimos en vivo y a todo color.
La mayoría de los pueblos antiguos hablan de criaturas del cielo, “dioses” que vinieron, hicieron algo, se fueron y prometieron regresar? De nuevo aquí falta evidencia científica creíble, sólo hay leyendas.
Leyendas como las de los dragones, gigantes, brujas y duendes, alfombras voladoras y otras creaciones de la imaginación humana, que tampoco pueden ser probadas.
Y qué de los contactos, fotos y videos recientes? Lo mismo. Viajan miles de millones de kilómetros y cuando llegan a su destino (la Tierra) se limitan a emitir luces extrañas para asustar al pueblo, a pasear por el cielo en naves que siempre son fotografiadas o filmadas por gente con Parkinson o que nunca pueden poner su cámara en foco, algo automático en todo equipo moderno.
Pero, sobre todo, después de semejantes jornadas interplanetarias, nunca contactan personas de su mismo nivel científico (con quienes obviamente sería más fácil entenderse), siempre parecen hacerlo con personas de exótica ropa, barba y cabellos abundantes pero muy escasa educación.
Yo, el rey del escepticismo, declaro que nada se puede descartar, que en efecto pueden haber ocurrido cosas en el remoto pasado de las cuales no tenemos noticia, pero tampoco pruebas.
Sin pruebas todo se reduce a especulación y, sin duda, a engaña-tontos en busca de notoriedad y, más posible, dinero.
