Tegucigalpa – El cardenal Óscar Andrés Rodríguez, en la homilía de este domingo, lamentó que en el nacimiento del niño Dios y la visita de los Reyes Magos, muchos se olvidan del verdadero significado de esta época y pidió a los hondureños que este 2017 sea un año para mejorar en todos los sentidos.
El Cardenal dijo no entender por qué muchos compatriotas dicen que este año es político porque hay elecciones primarias y generales, dejando claro que en Honduras siempre se habla de eso.
“Dicen muchos que este es un año político, yo me preguntó, cuál año en Honduras no es político, si solo vivimos inmiscuidos en esto, hay que ver cuantos no se han acordado en estos días adorar al niño Dios, pero si adoran una planilla, una campaña. Están adorando lo equivocado, por ahí no es camino de alegría aunque aparentemente tengan satisfacción de dinero, fortuna”, vapuleó Rodríguez.
El líder católico apuntó que “no es que eso sea malo, pero todo tenemos que orientarlo desde el bien común, ese es el camino de la verdadera política y no buscar como quedarse en el poder a toda costa para seguir usufructuando los bienes que son de todos y no de un grupo o un determinado partido”.
Flagelo de la extorsión
El Cardenal Rodríguez además lamentó que en nuestro país unos se hagan millonarios con la sangre de inocentes y no entiende como madres les quitan la vida a sus hijos antes de nacer.
“Cuanta gente se postra a lo que no merece adoración, al dinero y la riqueza aunque sea mal habida, simplemente miren el resultado de tantas fortunas que se han acumulado con la sangre de otros con la droga”, reflexionó.
Y añadió que “hace pocos días capturaron a un extorsionador con un millón de lempiras, valdrá la pena acumular ese dinero extorsionando, haciendo sufrir a los demás y matando. Quitando lo que esas personas hicieron con su trabajo honesto, eso no es un ideal de vida, qué le queda a una persona de esas, pasar el resto de los días en una cárcel, vale la pena adorar una riqueza así y después no tener libertad y futuro”.
Rodríguez consideró que es triste que mientras los Reyes Magos le ofrecieron oro al niño Dios, en Honduras se ofrezca sangre de víctimas inocentes. “Que triste ver en el periódico a un joven de 21 años decir: ‘yo lo maté’, una persona que no aprendió a respetar la vida, eso es una vergüenza, no debería haber un hondureño de llegar a eso. Nadie le puede quitar la vida a otro”.
Cerró diciendo que en Honduras es un privilegio nacer y vivir porque hay muchos niños que pudieron nacer y no los dejaron.
Tampoco entiende por qué existen tantos enfermos alcohólicos o toxico dependientes que cayeron en la trampa de la droga y su vida se terminó.
